29 Ante Último Capítulo

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Era Jueves, los días estaban siendo devorados por el tiempo de manera rápida. Unas de las sensaciones más amargas estaba sintiendo Jisoo con cada segundo que pasaba.

Ese día tenía a su costado a Rosé quien estaba durmiendo profundamente y le gustaba como aquellos brillos dorados caían sobre ellas. Sé acomodó mejor para quedar frente a la mayor y verla dormir tan tranquila, y se acercó un poco más quedando casi pegada a su cuerpo.

Estudio nuevamente cada contorno del rostro de su ángel; con su mano derecha le acaricio la piel y quitó un fino mechón rosado de su rostro, jamás imagino que algo tan hermoso le gustará tan de pronto.

Sin dudarlo ella le dejo un beso en la frente y ella arrugó su nariz al sentir el contacto del labio de un ser humano.

—¡Buenos días! —murmuro Rosé y luego sonrió.

—¡Buenos días mí hermoso ángel! —respondio con delicadeza Jisoo y ella sonrió —¿Cómo dormiste?

—Con los ojos cerrados —dijo divertida haciendo reír a la susodicha y la abrazo fuerte. Ambas reían con felicidad.

El teléfono de Jisoo comenzó a vibrar. No sé quería despegar de Rosé, cuando se giró para tomar su celular había dejado de vibrar.

—Sos tan graciosa —suspiró y quedó boca arriba —hoy me fijare que me pondré para la fiesta.

—¡Ohh! —espetó con sorpresa —seras la más bonita de todas.

Ambas sonrieron.

El camino hacia el establecimiento fue diferente, está vez quien las acompañaba era Lisa que iba tomada del brazo de la castaña que al parecer no le incómodaba eso.

Pero una sola pregunta dejo descolocada a Jisoo.

—Un ángel te atacó, ¿Verdad? —ella frenó en seco haciendo que Lisa también lo haga, ella la miró sin entender.

—¿Quién dijo que me había atacado uno? —la miro molesta, Lisa no entendía nada.

—Tus marcas que tienes aún te delatan y nadie me lo dijo —Rosé hablaba tranquila y corrió con delicadeza el borde del cuello de la camisa de Jisoo y Lisa quedó congelada boquiabierta al notar como su prenda se movió hacia abajo y vio la marca de una mano —¿No te duele?

—¡No! —meneó su cabeza —no duelen, pero paso el día en la que discutimos. Fue cuando te habías ido.

—¡Emm! Yo mejor me iré, así hablan a solas —ambas la miraron a Lisa. Ella se soltó del brazo de Jisoo pero está se lo impidió.

—Tu te quedas aquí conmigo —ordenó y Lisa asintió rápido obedeciendo a la más baja —les contaré todo.

La tailandesa se sentía como una loca más junto a Jisoo, aunque le agradaba de que aquella morena la incluyera en su locura.

Caminaban despacio.

Días atrás, después de la clase de teatro

—¡Mierda! Iré en buscá de mis cosas —hablo apurada.

—¿Quieres que te acompañe? —preguntó Lisa.

—No, no hace falta. Ahora regreso —ella salió en trote hasta la sala de teatro. Pensó que habría alguien ahí, frenó frente a la puerta pero estaba todo apagado.

Apoyo la mano en el picaporte e ingreso pero un frío potente choco sobre su cuerpo. Una sensación rara había sentido, camino en busca de la llave de luz y respiro por la boca notando como su cuerpo largaba aquel vapor caliente.

Al llegar a la tecla la presionó pero no encendía, tocaba la tecla rápido pero no encendía cuando miro hacia el pasillo estaba todo iluminado. Con la linterna de su celular alumbró para caminar hacia donde había estado horas atrás donde dejó su bolso.

Enamorándome de un ángel llamado Cúpido [Chaesoo] FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora