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Horas más tarde

Jisoo le había entregado una pequeña bolsa con hielo a Lisa para que se colocará cerca de la nuca, detrás de ella la acompañaba Rosé quien tenía cara de pocos amigos y Jisoo sentía aquella mirada pegada a ella que la hacía poner de los pelos.

—Esta mintiendo, el golpe fue en la espalda no en su nuca —dijo con voz seria el ángel.

—¡Shhh! —respondió haciendo sonar el aire entre sus dientes.

—¿Pasa algo? —preguntó Lisa un poco confundida.

—Nada, nada —meneó la cabeza —¿Te duele mucho?

La rubia la miraba sería y le hacia burla. Jisoo la fulminó con la mirada. Y habló de nuevo:

—Oye Lisa, ¿Qué era lo que me querías decir? —preguntó y se sentó firme. Ellas se encontraban en unos escalones de la entrada del colegio.

—Ohh, por poco lo olvido —fingió una sonrisa.

—Seremos todos oídos —añadió Rosé y Jisoo resopló.

—Te escuchó —dijo la morena.

Hubo unos cuantos minutos de silencio, la más alta quitó el hielo que tenía en su cabeza y apoyo su mano sobre su regazo y suspiro para poder hablar.

—Jisoo, recuerdas la vez en la que...—hizo una pausa y se giró para poder verla mejor, Jisoo trago en seco. Su garganta comenzó a secarse —¿Recuerdas la vez en la que te besé?

—Ahh por ahí venía eso Manobal —Rosé habló entre dientes y apretó su puño —me faltaron los pochoclos para ver toda esta escena tonta de confesión de amor. ¡Aish, maldita sea!

—Si, lo recuerdo perfectamente —asintió con torpeza —¿Qué pasa con eso?.

Jisoo no la quería ver porque estaba sintiendo nervios y además su piel de su rostro estaba al rojo vivo.

Otro silencio se apoderó entre ellas y se podía sentir un aire un poco denso. Sé rompió cuando Lisa volvió a hablar:

—Pensé que lo iba a olvidar pero no pude —la cara de Jisoo mostraba un horror muy grande y no sabía cómo acabar con todo eso y comenzó a morderse las uñas —estoy sintiendo cosas por ti.

—¿Qué? —preguntó Jisoo con las cejas en alto.

—¿Qué dijo? —preguntó Rosé y se levantó.

—¿Qué? —esta vez preguntó Jennie metiéndose en la conversación y los ojos de ellas se fueron hacia donde estaba Jennie quien estaba perpleja con lo que había escuchado.

Jisoo aclaró su garganta y dijo:

—Creo que debo irme —agarro su bolso y se fue de manera rápida dejando sola a Jennie y a Lisa.

Su paso era rápido casi en trote y ni siquiera quiso mirar hacia atrás por ya sabía lo que podía llegar a pasar en ese lugar. Su ángel iba a quedarse pero prefirió ir detrás de Jisoo que iba adelante.

La morena no quería pensar en lo que Lisa le había dicho y chasqueaba los dedos para tranquilizarse, aflojó su corbata que tenía ajustada en su cuello. Una especie de ansiedad le estaba atacando pero no quería mirar atras aunque esté lejos de la situación.

—Oye, espérame pequeña duendecillo —gritó Rosé —por favor.

Jisoo frenó en seco justo en una esquina para pasar de calle, los autos hacían mucho ruido como para pensar tranquila. Pensar en la calle no era bueno porque te desconcentraba y tu mente vagaba por ahí sin prestar atención de las cosas que pasan alrededor.

Enamorándome de un ángel llamado Cúpido [Chaesoo] FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora