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Aquel suave beso no había durado mucho, pero tuvo más que sentimientos. No había razón para que el ángel sintiera latidos provenientes de su pecho; no lo entendía y no tenía respuesta.

Jisoo se separó de Rosé pero estaba sería y cabizbaja. La rubia permanecia en silencio y solo la observaba.

-¿Estás bien? -preguntó con delicadeza.

-Si, lo estoy -respondió y sonrió levemente -tus labios son muy suaves.

La rubia se sonrojo hasta las orejas y aclaro su garganta.

-Los tuyos igual lo son -le sonrió con vergüenza -¿Por qué me besaste? ¿No era que no te gustaban las parejas del mismo sexo?

Jisoo suspiro y levantó sus cejas divertida, la distancia que las separaba no era mucha.

-No lo sé, lo dije en un momento de enojo -levanto sus hombros -¿Beso mal?

Rosé negó rápido con la cabeza y mojo sus labios con la lengua. En ese momento Jisoo estaba desesperada en cierto modo por besarla y se acercó más a ella pero el contacto humano pareció no molestarle a Rosé y sin previo aviso Jisoo la tomo del cuello y la acercó para volverla a besar pero está vez fue un beso con más ganas.

Rosé se dejó besar por la adolescente, solo los crujidos de los labios se escuchaban. El beso estaba sincronizado, Rosé sin querer la mordió fuerte el labio de Jisoo pero no pareció importarle.

-Jisoo espera -hablo entre el beso -Jisoo, me estás asfixiando por favor para.

Algo raro le estaba pasando a Jisoo y Rosé se dio cuenta de eso. Miro por todas las partes de la habitación.

-Tus besos son ricos, por favor déjame besarte de nuevo -hablo casi en súplica -Rosie por favor, tengo sed de tus besos.

El ángel estaba sorprendido y apoyo sus manos en los hombros de la menor para frenarla y despegarla de sus labios. Sé dio cuenta de que alguien la había flechado sin motivo alguno.

Rosé no dijo nada y desapareció de la habitación de la menor quien había quedado con una sonrisa boba y se tiró hacia atrás estirando sus brazos, su sonrisa no desaparecía de su rostro. Un buen humor se apoderaba de Jisoo.

La hora había pasado, durmió con una sonrisa y cuando se levantó se sentó donde estaban todos la cual los tomo con sorpresa.

-¡Buenos días! -dijo.

-Buenos días, ¿Dormiste bien? -pregunto su padre y arrugó sus cejas semicanosas -¿Desde cuándo te maquillas?

Jennie y su madre la miraron un poco confusa.

-No lo sé, me pareció lindo y me maquille ¿Me queda feo? -consulto con inocencia.

-Te queda horrible -comentó casi en un gruñido Jennie y su mamá le dio un traspaso en la espalda -perdón mamá.

Se encogió y siguió desayunando.

-Te queda lindo cariño -dijo su mamá quien se acercó a ella y le dio un beso en la cabeza.

-Gracias mami -dijo con ternura -iré caminando a la escuela, no hace falta que me acompañen.

Dijo con calma y comenzó a desayunar, su sonrisa no desaparecía y continúo hablando.

-Que raro Jennie que no te arreglas como antes para ir al colegio -comentó y Jennie solo la miró -te queda hermoso todo lo que usas. No tan solo lo digo yo si no que también los demás.

-Bueno, bueno, bueno -dijo su padre un poco enojado por lo que Jisoo había dicho -a mis nenas nadie las toca, aún son muy niñas para que venga un novio tan de repente. Eso implica que se estara arriesgando a que lo castre antes de que las bese a algunas de las dos.

Enamorándome de un ángel llamado Cúpido [Chaesoo] FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora