LAIA
Tras mi llegada a principios de verano a la ciudad de Barcelona, nada había ido bien. Pensaba que Barcelona iba a ser diferente a lo que fue, llevaba soñando con ese viaje desde que tenía seis años, un verano entero en Barcelona, sin padres, sin amigos, yo sola, empezando desde cero. Tal vez el problema fue que llevaba toda mi vida idealizándolo demasiado y cuando por fin mi sueño se hizo realidad, me llevé un chasco.Ya habían pasado dos semanas desde que mi avión desde Jaén había aterrizado en uno de los aeropuertos de esta gran ciudad, dos semanas en las que esperaba hacer nuevos amigos, ir a fiestas guays y disfrutar de la playa y el sol; pero se ve que el mundo no quería que me divirtiese porque nada de lo anterior había ocurrido. La única persona a la que había conocido era a mi compañera del piso que había alquilado, Marta, una chica un tanto peculiar.
Tras llevar toda la tarde encerrada en mi habitación viendo todas las películas que Netflix me recomendaba, Marta irrumpió en mi habitación (sin ni siquiera llamar a la puerta, cosa que sabe que me molesta), para proponerme un plan:-Laia sal ahora mismo de tu habitación, estos días he estado hablando con un chico de aquí por instagram y esta mañana me propuso ir a una mega fiesta en un local que hay a la orilla del mar, le he dicho que voy a ir y que voy a llevar a una amiga, así que arréglate que salimos en 30 minutos.
-¿¡QUÉ!?, ¿me estás vacilando? ¿En serio crees que en 30 minutos me va a dar tiempo a escoger la ropa que me quiero poner, peinarme y maquillarme? Estás loca, yo no pienso ir.
-Venga Laia, llevas toda la semana dándome la lata diciéndome que no habías salido a ningún lado desde que llegaste y que a los únicos sitios que habías ido habían resultado ser una mierda. Te prometo que este no lo será, hazme caso, yo te ayudo a arreglarte.-no pude negarme a algo que era totalmente cierto, así que decidí darle una oportunidad.
-Vale, acepto- dije con resignación- pero lo único que te pido es que no me dejes sola en la fiesta, sabes que no conozco a nadie y que mi resistencia al alcohol es nula.
30 minutos más tarde estábamos entrando en un taxi para dirigirnos a la playa en la que se celebraba la fiesta, no me había dado tiempo a arreglarme mucho, pero iba medio decente, al contrario que Marta, ella iba a resaltar por cualquier sitio por el que pasara, para que mentir, esta chica tenía la ropa adecuada para cada ocasión.
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Mi amor prohibido
RomanceEnemies to lovers Relación falsa Fanfic con Pablo Gavi Laia decide pasar un verano en Barcelona, donde no conoce a nadie. Un día, mientras camina por la calle, le empiezan a llegar muchos mensajes de su compañera de piso, a la que decide contestar y...