Capítulo 20- Volver a caer

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Entré al ascensor dejándolo atrás y le di al -1, el spa estaba situado en la parte más baja del hotel. Cuando ya iba por la planta cero, el ascensor se paró para dejar subir a alguien.

-Joder- maldecí.

Las puertas del ascensor se abrieron dejando pasar a Pedri, quién cambió su expresión al verme.

-¡Hola Laia! ¡Cuánto tiempo!- pareció emocionarse.
Entró al ascensor y pulsó el botón del "2". Iba cargado de maletas y casualmente su habitación estaba en la misma planta que la mía.

-Uy sí, qué barbaridad, un día sin vernos- rodé los ojos.

-¿A dónde vas en bikini?

-Al spa- dije harta, otro más que me preguntaba.

-Hostia, no sabía que había spa- levantó las cejas en señal de sorpresa. ¿En serio nadie sabía que había spa?

-Pues ya lo sabes- le dediqué una sonrisa irónica que pareció no pillar. El ascensor en vez de bajar al -1 estaba subiendo a la planta a la que le había dado Pedri.

-Bueno Laia, no sé si te lo habrá dicho Gavi pero esta noche tenemos cena, vienen muchas personas.

-¿Puedo saber quiénes?- pregunté aunque ya sabía la respuesta.

-Pues...- me dijo justo cuando se abrió la puerta del ascensor y apareció Gavi al otro lado, claramente agobiado.

-Laia- le oí decir.

-Bueno yo ya me salgo, ¿tú también vas al spa, Gavi?- Pedri comentó.

-¿Spa? ¿Hay spa?- pareció darse cuenta de los planes que yo iba a hacer sin decírselos. Pedri le contestó riéndose, mientras sacaba todas sus maletas del ascensor.

El otro chico salió del ascensor, dejando paso a Gavi, quien entró. Las puertas del ascensor se cerraron.

-Laia, ¿cómo lo sabes?

-¿El qué?- me hice la despistada.

-No te hagas la imbécil- empezó a acercarse hacia donde yo estaba, una esquina del ascensor, dejándome acorralada contra la pared del mismo.

-¿En serio crees que podrías estar mintiéndome todo el puto rato sin pretender que me acabase enterando?- me desahogué.

-No era mi intención, no era bueno que supieras quién soy.

-No entiendo por qué me tienes tanto miedo.

-No te tengo miedo a ti- se rio conforme iba acercando su cara a la mía- hazme caso que lo último que te tengo es miedo.

Levanté mi mirada hacia él, su cara estaba demasiado cerca de la mía.

Gavi acercó sus labios a los míos, yo estaba preparada para que me besase, pero justo cuando iba a hacerlo se separó bruscamente con una sonrisa en su cara, dejándome con las ganas. Cerré los ojos con fuerza deseándole todo lo malo de este mundo.

-Esta noche vienen los jugadores del PSG a cenar aquí. Estate preparada.

-¿Pesege?

-PSG, Paris Saint-Germain, ¿sabes lo que es?

-No, ¿qué cojones es eso?- dije y él me miró incrédulo.

-Un equipo de fútbol.

-Joder, hasta ahí llegaba.

-Bueno, da igual, pero lo mismo incluso duermen en este hotel esta noche, ya que quieren hablar sobre algunas cosas antes del partido de mañana y creo que también se quedarán a dormir, llegarán pronto.

Mi amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora