-¿Laia?- pregunté sin esperar respuesta alguna.
Me acerqué a Pedri.
-¿Has visto a- me cortó.
-WOW- chilló emocionado- vaya espectáculo, hasta yo me he creído que erais pareja de verdad. El beso parecía que iba con ganas y no por un simple contrato. Bro, que te contrate Netflix porque actúas de maravilla, pagaría por volver a verlo de nuevo en persona. Lo he grabado y subido a mi historia.
Abrí los ojos como platos.
-¿Qué?- hice una pausa- ¿a tu historia? Estás loco, te sigue muchísima gente y ahora van a saber que está aquí todo el equipo.
-Hazme caso que ha sido lo mejor que he podido hacer, así el video tendrá más difusión- empezaron a llegarme muchas notificaciones al móvil- ¿ves? Ya la gente lo está viendo.
-Bueno, ahora mismo eso me da igual, más tarde lo hablaremos. ¿Has visto a dónde ha ido Laia?
-Creo que ha ido para los baños pero no sé- me señaló con el dedo la zona de los baños a la que se había dirigido- Justo por allí.
-Gracias Pedri, te debo una.
-¿Sólo una?- se rio.
Corrí hacia los baños, me conocía este lugar demasiado y podía llegar con facilidad a los sitios. Esperaba que nadie hubiera seguido a Laia hasta allí.
Dudé en entrar pero no me quedó otra. Desde donde estaba escuchaba a los guardias poniendo orden de nuevo en la zona donde Laia y yo nos habíamos besado; habían tenido que llamar a muchos refuerzos para poder volver a mantener el orden.
Abrí lentamente la puerta del baño de mujeres.
-¿Laia?- entré.
De repente la vi, tenía las manos apoyadas en el lavado, estaba mirando para abajo, estresada.
-Perdón Gavi- levantó la cabeza y me miró fijamente.
-¿Perdón?- le pregunté- ¿Perdón por qué?
-Por besarte joder, por besarte.
-Laia no tienes por qué pedir perdón por eso, te besé yo a ti.
-Sí, pero no sé por qué te seguí el juego.
-Estabas borracha, en todo caso perdón te debería de pedir yo por no haberte pedido permiso para hacerlo.
-No tienes que pedirme permiso para besarme- se tambaleó mientras andaba hacia mi.
-No sé a qué te refieres con eso- dije.
-Yo tampoco, pero me gustó.
-¿El qué?
-Joder Gavi... o Pablo, o como coño te llames. Me gustó el beso. No sé por qué pero me gustó...mucho- siento que se iba a arrepentir más tarde de haberme contado esto.
-Laia...
-Lo sé. Sé que está mal.
Me llevé las manos a la cabeza y resoplé. No podía aguantar más sin contarle la verdad, sin contarle quién soy.
-Tengo que contarte algo.
-¿Qué?- preguntó.
-No sé cómo empezar, mejor que vayamos a casa y te lo cuento allí- decreté.
Me di la vuelta para salir por la puerta pero me cogió del brazo y me paró. Me giré para ver lo que quería pero ella se adelantó, me cogió la cara y me dio un beso en los labios.
Cerré los ojos, disfrutando del momento, del suave tacto de sus labios con los míos, pero de repente me acordé de toda la situación y la aparté. No podía permitir que esto pasara. Me costó hacerlo, incluso me dolió, pero tuve que hacerlo por el bien de los dos.
-No puedo- dije. Me giré muy rápido para no ver su reacción al ver que la había apartado.
Me fui rápidamente de aquel lugar. Entré a la zona VIP, allí además de mis compañeros del club había varias influencers y chicas guapas. Necesitaba desquitarme, pensar en otra cosa.
Pensé en mi amiga Soraya, a la cual había conocido con quince años, me la había presentado un amigo mío que entrenaba conmigo en La Masía, era muy maja y además era muy guapa (pelirroja, alta, ojos azules...) siempre me estaba tirando la caña, teníamos una relación un tanto extraña, sé que quería conmigo, así que fue la mejor solución que vi a mi estrés en ese momento. Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. La busqué por toda la zona y cuando por fin la vi, hablando con varias chicas que supuse que eran sus amigas, fui corriendo hacia ella.
La cogí del brazo y le susurré al oído:
-Ven, tenemos que hablar- la guié hacia una zona aparte, una que había específicamente para lo que iba a hacer con ella.
-¿Qué pasa, Gavi?- me preguntó- ¿necesitas algo?
-A ti- respondí, me acerqué a su boca y la besé con furia. Movía los labios muy rápidamente y descargaba toda mi ira contra su boca. No puedo mentir diciendo que esta era la primera vez que hacía esto con ella, porque no lo era, ella era totalmente consciente de qué tipo de relación teníamos, aparte de la amistad, y estaba de acuerdo con ella.
De lo que Soraya no era consciente en aquel momento es de que mientras besaba sus labios estaba imaginando que besaba a otra persona. Una persona a la que había besado hacía menos de diez minutos pero que no me podía quitar de mi cabeza, se había metido en mi mente y no conseguía sacarla de ahí.
Soraya me besó en el cuello y succionó, creándome un chupetón. Gemí, me encantaba cuando me hacía chupetones.
Me empujó y me tiró a un sofá, allí se sentó encima mío, con las piernas abiertas, haciendo que pudiera sentir toda su entrepierna contra mi miembro. Me excitó mucho y no pude evitar que se me empalmara.
Me besó de nuevo mientras me pasaba las manos por el pecho, conocía todo lo que me encantaba que me hicieran.
-No sé si deberíamos de hacerlo- susurré contra sus labios.
-Si no quieres no tenemos por qué hacerlo- de repente se apartó.
-No estoy bien.
-Lo sé- me contestó ella- si estuvieras bien no me hubieras dicho "no sé si deberíamos de hacerlo". Se nota que algo te pasa.
-¿Qué me está pasando?- me llevé las manos a la cara.
-Buena pregunta, jamás te había visto así- su respuesta me dejó pensando- nunca.
-Lo sé- resoplé- Me tengo que ir, gracias Soraya.
-Llámame si necesitas ayuda. Cualquier tipo de ayuda, ya sabes que siempre estaré para ti, en las buenas y en las malas- se levantó de encima mío- Por cierto, ¿quién es la chica a la que besaste antes? Pensaba que simplemente era un lío de fiesta, pero ahora que te veo así, dudo que simplemente sea eso... creo que lo peor que has podido hacer es liarte conmigo ahora, probablemente te vayas a sentir culpable más tarde. Perdón, quizás me debería de haber dado cuenta de esto antes y pagarte los pies.
-Lo último que tienes que hacer es pedir disculpas por haberte liado conmigo Soraya. Tú no tienes la culpa de nada. Aparte, esa tía no me gusta ni me gustará jamás -respiré hondo- nos vemos, adiós.
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Mi amor prohibido
RomanceEnemies to lovers Relación falsa Fanfic con Pablo Gavi Laia decide pasar un verano en Barcelona, donde no conoce a nadie. Un día, mientras camina por la calle, le empiezan a llegar muchos mensajes de su compañera de piso, a la que decide contestar y...