El chico de enfrente no habla. No juega, ni ríe. tampoco se lo ve con amigos.
El chico de enfrente es muy raro.
y Jeno demasiado curioso.
Esta historia no me pertenece todos los derechos para @minhino
—¡Si, soy Zhong Chenle y pienso llamas a la policía si no te vas ya mismo de mi casa!
¿Acaso él sabía que no servía de nada una amenaza de aquel tipo frente un delincuente? Fácilmente Jeno podría ir y amordazarlo. Era obvio que llegaría al teléfono más rápido y entre en forcejeo, aquel chico no conseguiría marcarle a la policía.
—Pues, esta casa es más mía que tuya en realidad... Pago un tercio del alquiler, mientras que tú solo eres el hermanito problemático de Xiaojun hyung.
—¡Le diré a Yangyang!
—Lo único que harás será ordenar esta maldita habitación antes de que te haga pedazos por estar manchando mis sábanas. Apagarás esta mierda—señaló la consola —tomarás esta otra mierda —esta vez señaló un libro de los tantos que tenía — y te sentarás en el sofá del cuarto de estar a leer mientras esperamos que los otros tres lleguen ¿Me entendiste?
—¿Quién te crees que eres? —al parecer lo asustadizo se había esfumado cuando al mayor le agarró un tic nervioso en el ojo al ver el desorden. La forma en la que lo miró con burla, intentando ver el mundo arder, fue la perdición para Jeno. Mas no iba a caer en el sucio juego del hermano de Xiaojun. Así que solo sonrió y con tranquilidad se alejó del chico.
Salió de la habitación y cerró la puerta. Corrió hasta el cuarto de estar y apresurado volvió con una silla para trabar la puerta. Si no iba a conseguir que el hermano de Xiaojun ordenara todo a las buenas, lo haría a las malas. ¿Y qué mejor que decirle a Yangyang? Si tanto presumía de tener al chiquillo bajo control ¿Por qué no usarlo a su favor?
Luego de unos segundos comenzó a escuchar los golpes en la puerta y los gritos del hermano de Xiaojun. Sonrió y encendió el parlante a vía bluetooth para tapar los gritos del menor.
—¡Grita todo lo que quieras, pero no saldrás de allí hasta que ordenes esa habitación!
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Hace rato que los dos chicos que faltaban habían llegado y el trío se mantenía jugando al truco apostando, en vez de dinero, quién terminaría haciendo los deberes del hogar aquel fin de semana. Si Jeno ganaba, Chenle limpiaría toda la casa. Si Yangyang ganaba iba a poner a Jeno y Xiaojun a trabajar. Obviamente si ganaba Xiaojun, todos se pondrían a trabajar a excepción de él.
El menor Zhong Chenle, seguía en la habitación del pelinegro. Ahora no pateaba ni gritaba, pero tampoco se sabía qué estaba haciendo. Hace rato que habían cortado la señal de los televisores y con ello el wifi para que el chico no tuviera distracciones y ordenara el cuarto que le había dejado de pertenecer.
—Truco.
—Retruco.
Siguieron jugando, ignorando que desde el pasillo se escuchaba el sonido de los muebles moviéndose.
—No va a limpiar tu cuarto, Jeno. Vete haciéndote la idea de que va a saltar por la ventana con tal de no obedecer —mencionó Xiaojun.
—Si lo hace, me encargaré de traerlo y obligarlo a ser mi esclavo.
