Jaemin no sabía que nadie le creía. O que aquellos que dudaban si hacerlo o no tenía la incertidumbre si ese tal Lee Jeno era igual de discapacitado que él o era una persona normal sin prejuicios.
Cuando el último timbre sonó y los estudiantes comenzaron a abandonar el aula, Hendery ya sabía que esperaría a que sus amigos se fueran para poder hablar mejor con Na tranquilamente sin tener a aquellos molestos merodeando por allí. No le interesaba que el castaño tuviera a alguien, al fin y al cabo, no era de su incumbencia la vida privada de su compañero de año.
—Jaemin —llamó y no esperó escuchar el mismo nombre, pero salido de labios diferentes. Allá al final de los escalones, un chico de cabellera oscura, ojos rasgados y labios gruesos observaba al causante de tanto desastre. El pelinegro era alto y sonreía mientras sus ojos brillaban en destellos estelares. Como si su alma ya hubiera florecido dando paso a un enorme jardín incapaz de detenerse ¿Los jardines hermosos también tenían plagas?
—¡Jeno hyung! —exclamó el menor y corrió a los brazos contrarios bajo la atenta mirada de Hendery y otros alumnos. Aunque se hubiera perdido en el abrazo de los dos protagonistas, detrás de ellos el hombre que había visto como futuro profesor se presentó y saludó al castaño desde lejos.
Ahora era difícil reconocer si el chico azabache tenía los ojos brillantes más que los suyos. Hendery sintió los nervios cuando el hombre se giró y le sonrió al reconocerlo. Tenía varias opciones, pero la mejor que siempre vería sería esquivar la mirada y fingir que no era nada importante.
Que su corazón se exaltara en demasía no era importante, era solo cuestión de hormonas y no podía gustarle un aspirante a profeso
—¿Wong Hendery, cierto? Eres el presidente de la clase de primer año ¿Podrías llevarme con el director? —entre tantos alumnos ¿Tenía que elegirlo a él? Mi nombre es Mark Lee—sí, gracias, ahora su nombre se repetiría como disco rayado en la cabeza del presidente hasta que no pudiera controlar lo que el mayor provocaba en él. Pero siendo indiferente como siempre asintió y comenzó su camino con los nervios a flor de piel y un gran hombre siguiéndole el paso.
Llegaron a la dirección y prefirió saludar con una venia para evitar que Mark escuchara su voz temblar. El rubio le regaló una sonrisa y se despidió con la mano. Bien, uno menos. Ahora debía volver a ver a Jaemin y ese chico alto para disculparse por su daño. Siempre y cuando sus amigos no lo hubieran encontrado antes.
Lástima que al salir ya no estaban al final del escalón. Los alumnos estaban dispersos y no había rastro de Jaemin. Ahora que lo pensaba, el extraño no parecía estar afectado a la condición de Jaemin. Tampoco era costumbre que el castaño gritara el nombre de alguien frente a una multitud. Solo supo de eso cuando gritó su nombre para confesarse y aquello no salió del todo bien.
Si lo hubiera abrazado como el pelinegro ¿Habría sido diferente? Si en vez de gritarle cuanto asco le daba ¿Le habría causado un ataque? Se sentía una mierda, pero a la vez indefenso porque no era capaz de controlar su vida. Mucha presidencia y buenas notas, pero nunca empatía.
—¡Hey, hola de nuevo! Nos vemos en unos días, seré su profesor de suplencia por un mes ¿No es agradable? —Mark Lee apareció nuevamente, no lo esperó. ¿Cuánto tiempo había estado entre sus divagues? Ahora este lo miraba a los ojos y no era capaz de correr la cara ya que los luceros del mayor era atrayentes, perfectamente redondos y oscuros. Tal vez demasiado pálido, tal vez demasiado extranjero, pero más hermoso que cualquiera.
Ya lo había dicho, pero quería volver a repetirlo (por si acaso). Tenía que ser ilegal tener profesores como Mark Lee.
—Sí... supongo que está bien, espero que mis compañeros no lo atosiguen y pueda tener un bonito mes a nuestro lado.
¿Habré sonado muy formal? ¿Por qué me sonríe? ¡Deja ya de dañar mi corazón Mark Lee!!
—¿Puedo hacerle una pregunta?
—Ya la has hecho, Hendery.
—¿Quién era el que estaba con Na Jaemin? Vino con usted.
—Mmh, sí. Es amigo mío y la pareja de Jaemin, pero aún no son nada formal.
—Oh... Se ve algo mayor.
—Tiene veintiuno.
Demasiado grande, pensaba Hendery. Y él allí con el hombre de sus fantasías a centímetros sin poder tocarlo o decir una guarangada que lo hiciera caer a sus pies bien limpios y perfumados. Esperaba que ahora que tendría a Mark como profesor, no hiciera nada que dañara su imagen y este llegara a odiarlo por tratar mal al noviecito de su amigo. Se encontraba en una especie de cuerda floja.
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SILENT BURST || NOMIN (ADAPTACION)
FanfictionEl chico de enfrente no habla. No juega, ni ríe. tampoco se lo ve con amigos. El chico de enfrente es muy raro. y Jeno demasiado curioso. Esta historia no me pertenece todos los derechos para @minhino