SILENT BURST || NOMIN (ADAPTACION)

🐶37🐰

Jaemin hacía muchas listas en su tiempo libre. Había días en los que aquellas listas eran bastantes; tantas que hasta sobresalían de su mochila. Jaemin estaba acostumbrado a estudiar su entorno para poder facilitar la vida de los demás. Nunca la suya, porque el castaño creía que si se ayudaba a sí mismo no conseguiría que los demás le entendieran, sólo llegaría a entenderse él mismo.

En ese momento, luego de volver a su aula, sobre su mesa se encontraba un papel en blanco, a la espera de ser manchado por la tinta de sabiduría de Jaemin. Tenía que investigar las potenciales opciones que habían ocasionado que su declaración fallara. Tal vez había sido la causa de estar rodeado de mucha gente y esas cosas eran muy privadas.

Quizás Hendery se había sentido intimidado ante su declaración y que el ambiente no ayudara fue lo que lo llevó a no responder. Claro que Jaemin no contaba con que había escapado antes de obtener una respuesta.

Otras de las opciones que el castaño encontró fue el hecho de no saber besar. ¿Hendery lo sabría? Tal vez no lo quería por ser un inexperto ¿Pero que podía hacer él?. Las únicas personas que Jaemin había besado eran sus padres... Y tal vez a Ten hace tiempo ¡Pero nunca en los labios! Era un tanto asqueroso.

Si mal no recordaba, hace un tiempo descubrió que amar era como ahogarse en el agua. ¿Y si se ahogaba junto con Hendery, se enamorarían? Eran posibles opciones, cabe aclarar. Pero Jaemin era un tanto... Intenso en estos asuntos. El pequeño sería capaz de empujar al mayor a las piscina con tal de verlo ahogarse. Era peligroso.

El castaño de ojos rasgados y grandes divagaba en su lugar. Ignorando, como siempre, a sus compañeros y profesora. Esta última lo observaba de vez en cuando notaba que el chico no estaba con sus cinco sentidos puestos en algún punto, sino que se perdían y buscaban por el aula de dónde sostenerse.

—Jaemin...

Nunca estaba de más animar al pequeño a prestar atención. Pero, como en la mayoría de las veces, no conseguía todo de Jaemin, sólo una cuarta parte de otra cuarta parte de la cuarta parte del entero en general. Era un problema. Incluso así, estaba bien para ella. Jaemin no era bruto, era inteligente en algunas materias y en otras no tanto. Contabilidad tal vez era una, ya que a Jaemin le gustaba utilizar su ingenio literal para resolver problemas de empresas. Era un niño estrella.

—Na Jaemin —intentó llamarlo una vez más.

—Déjelo, profe. Está en su mundo otra vez —anunció una muchacha a uno bancos de diferencia de Jaemin.

—¿Cuánto a que está pensando en nuestro querido presidente?

Luego de aquel comentario pasaron varias situaciones. Hendery se encogió en su asiento avergonzado, algunos discutían que pararan de una vez con las bromas al pobre adolescente, mientras que la mayoría sólo le daba lata a las burlas, riéndose de las desgracias ajenas. ¿Pero eran realmente desgracias? Bueno, para Hendery lo eran en algún punto de la historia.

Tres golpecitos en la puerta de madera del aula cayó a los estudiantes. La profesora permitió el ingreso del tercero y de allí se asomó la rubia cabellera que Jaemin reconoció al instante. El desconocido sonreía tímidamente mientras tragaba duro la poca saliva que se había amontonado debajo de su lengua.

—Buenos días, soy Mark Lee. Pero si se le dificulta pronunciarlo puede llamarme Minhyung. Me mandaron a este salón a realizar las prácticas.

Hasta ese entonces la profesora estaba un poco desconcertada. Sus alumnos eran un tanto charlatanes y si entraba un superior no eran de permanecer 100% callados. De vez en cuando se oían los murmullos, mas en ese momento, el aula estaba en un completo silencio.