—¿Cómo dices que se llamaba este niño, amigo tuyo? —preguntó Mark analizando las tres escuelas de las cuales debía elegir para presentar como profesor de prueba.
—Jaemin, Na Jaemin...
Habían pasado nada más que tres días desde que Jaemin salió del hospital. Nada había cambiado del todo, solo algunas cosas que, para Jeno, era muy importantes. Como, por ejemplo; el hecho de que Ten le dejara mantener menos distancia con el menor. A lo que se refería era que, en esos tres días, Jeno estuvo al lado de Jaemin todo el tiempo que pudo. Incluso la noche pasada se habían quedado ambos mirando una película hasta las ocho de la noche, donde el padre del castaño le dijo que era mejor que no se quedara más tiempo porque ambos debían estudiar en la mañana.
Quizás se hubiera quedado a comer, pero prefería quedarse con su madre. Puesto que el ambiente dentro de su casa se volvía más tenso. Ella parecía querer estar detrás de Jeno todo el tiempo y cuestionarle cualquier cosa que hacía con Jaemin. Y Jeno no entendía por qué se sentía tan perseguida si se trataba de su hijo ¿Tan poca confianza le tenía? Él no le haría daño a Jaemin, podía entender qué era eso lo que a la mujer le preocupaba, pero no le haría daño en sus cinco sentidos.
—Hay un niño que se llama igual en uno de estos colegios, no sé si es el mismo —dijo Mark y a Jeno se le prendió la lamparita.
—¡Acepta hacer la suplencia en ese colegio! Te necesito allí dentro.
—Wow, para... No sé si estamos hablando del mismo chico ¿No tienes una foto?
Jeno asintió y tomó su celular, entró en la galería y pulsó sobre la anteúltima imagen que tenía guardada en el álbum "cámara". La última, en realidad, era de los apuntes que le había robado a Yangyang.
—Sí, es él... Creo. Lo golpee el otro día sin querer cuando abrí la puerta del patio de su colegio ¡Creí que me delataría en mi primer día de trabajo no remunerativo! Estaba acabado sino... Fue un buen chico.
—Él es un buen chico, no lo dudes.
—Mira, lo dudaría porque me lo estás diciendo tú y tienes una especie de flechazo por ese niño... Pero yo mismo soy testigo de que es un ángel.
—¡No estoy flechado! Es un niño, es ilegal.
Mark no dijo nada, solo sonrió y volvió a prestar atención a las tres propuestas que tenía. Mientras que, a un lado suyo, Jeno lo zarandeaba para que optara por ir al colegio de Jaemin. En la cabeza del más alto, cabía la idea de que, si Mark aceptaba ir a aquel instituto, entonces tendría más oportunidades de cuidar a su pequeño. Después de minutos de luchas y rogarle hasta perder la dignidad que juraba tener (cosa que ya había perdido hace tiempo), el mayor se negó y el azabache se cruzó de brazos dando a entender que no pensaba dirigirle la palabra hasta que cambiara de parecer.
A Mark le importaba poco; porque, en realidad, sí había escogido el colegio que Jeno le pedía. De hecho, lo habría elegido de todas formas porque era el que más cerca le quedaba de su departamento. Pero era más divertido si le hacía creer al menor que no por hacer siempre berrinche iba a conseguir lo que quería. ¿Ya mencioné que Jeno seguía siendo un caprichoso? Creo que más de diez veces seguro.
Cuando el receso para almorzar acabó, Jeno, Yangyang y Mark se dirigieron a sus respectivos salones que tocaban. En su solitario camino el azabache leyó detenidamente las pautas y pasos a seguir para enseñarle a un chico con TEA lo necesario para reconocer las emociones.
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SILENT BURST || NOMIN (ADAPTACION)
أدب الهواةEl chico de enfrente no habla. No juega, ni ríe. tampoco se lo ve con amigos. El chico de enfrente es muy raro. y Jeno demasiado curioso. Esta historia no me pertenece todos los derechos para @minhino