Lo que empezó como unos llamados de atención por parte de su profesor de Historia, terminaron por ser un secuestro para Jungkook de 17 años, quien no se imaginaba todo lo que su vida cambiaría al terminar el curso, y sufriría de la peor manera por p...
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~JungKook~
Ya habían pasado unos cuantos días desde que él me tiene aquí encerrado en estas cuatro paredes, donde las pesadillas no me dejan dormir y lo único que me pregunto es ¿Algún día saldré de este infierno? donde no se nada de mi mamá, de Jimin, de Taehyung, de nadie, incluso la mayor parte del día no se nada de el profesor Kim pues solo viene, trae comida y solo me deja salir para ir al baño.
Ya no me ha hecho daño pero eso no quiere decir que no le tenga miedo, la verdad es que ahora le temo más que nunca, pues no se en que momento tendrá otro ataque y me lastimara.
Otra cosa que me tiene bastante desconcertado es que dejó de llamarme con sobrenombres tontos, como amor, pequeño o algún otro apodo estúpido con los que se dirigía hacia mi, realmente agradezco que no lo haga más, pues lo único que me causaban esas palabras eran asco y enojo.
En estos días había tratado de actuar normal y desinteresado con él pero, se que no es estúpido y no se a tragado lo de mi cambio de opinión hacia él, sabe que lo odio con todo mi ser y que en cualquier oportunidad que tenga escaparé de aquí.
Era por eso que pensaba actuar pronto o si no jamas saldré de aquí y eso es lo que menos quiero, no, necesito salir de aquí pero, aun no se como hacer para que él piense que quiero convivir con él sin que intente hacerme daño o sobrepasarse conmigo.
De pronto el chirrido de la puerta al abrirse me hizo salir de mis pensamientos y poner toda mi atención en ella.
-Te traje el desayuno -me dijo el profesor Kim nomas entrar a la habitación.
No conteste nada al escuchar sus palabras y solo baje la cabeza ante su presencia. No se si tenga la paciencia y el valor para esconder mi miedo y comenzar a hablar con él, pero también sabía que si no lo hacía ahora, estaría postergandolo y perdiendo tiempo valioso y lo único que quiero es salir de aquí, así que tendría que ser ya o no sería nunca. Tendría que comenzar ya mismo y poner mas empeño con mi plan o mejor dicho, con mi descabellado plan.
-Come -dijo él poniendo la bandeja sobre el buró.
Sin decir o esperar respuesta, el giró sobre sus talones y comenzó a caminar hacia la puerta.
Todas las veces que él venia aquí a traer comida contestaba con "Ok, Ah, Esta Bien" o simplemente no contestaba, pero nunca de los nunca lo hice con "gracias" porque yo estaba aquí por su culpa ¡Él me secuestro! por eso nunca intenté tener una plática, solo trataba de disimular mi miedo y trataba de verlo a los ojos, aunque muy pocas veces lo conseguí, sin embargo, fue mi única manera de hacerle ver que ya no me daba miedo. Aunque no estaba seguro de que hubiera funcionado ni un poco.
De pronto, hice uso de toda mi valentía y abrí la boca. Aun no se como es que mi voz salio para dirigirme a él.
-¿Y-ya comió usted? -pregunte casi en un susurro que apenas si se escuchó.
