Lo que empezó como unos llamados de atención por parte de su profesor de Historia, terminaron por ser un secuestro para Jungkook de 17 años, quien no se imaginaba todo lo que su vida cambiaría al terminar el curso, y sufriría de la peor manera por p...
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~SeokJin~
Mire al doctor frente a mi sin entender por qué la relación entre nosotros justo ahora fuera relevante, su único trabajo era atender la salud de JungKook, la relación que tuviera yo con él no importa en este momento, como doctor simplemente debía encargarse de realizar su trabajo y no cuestionarme cosas tan absurdas, cuando tenía a alguien en sus narices que necesitaba atención médica con urgencia.
Sin embargo si que me pregunte a mi mismo la razón de su pregunta, pues no lograba entender del todo su forma de mirarme, no hasta que dirigí mi vista a JungKook, fue entonces cuando todo tuvo sentido y lo comprendí.
Aunque no lo había notado, o más bien no quería verlo. JungKoik se encontraba muy maltratado aún, y aunque el doctor solo había quitado la sudadera de su cuerpo, en sus brazos, cara y cuello podían verse aún marcas de mis malditos arrebatos.
Sin embargo tan rápido como pude darme cuenta de ello, supe que no podía ser tan estúpido y decirle que vivíamos juntos y que teníamos una relación de pareja, y mucho menos podía mencionar el nombre de JungKook, de lo contrario sabía que la policía se encontraría aquí en menos de 5 minutos.
Así que tendría que mentir un poco por el bien de ambos.
-¿C-cómo? -pregunte yo haciéndome el desentendió.
-¿Que relación tiene usted con el paciente, es usted familiar o conocido del chico? -volvió a preguntar él.
Inmediatamente comencé a crear una historia falsa en la que no tendríamos relación alguna.
-Soy su vecino y viejo conocido de sus padres ¿Por qué, hay algún problema con él? -pregunte yo.
-¿Su vecino? -me volvió a contestar él con una pregunta y con desconfianza en su voz.
Comenzaba a desesperame porque él no estaba haciendo su maldito trabajo, traje aquí a JungKook para ser atendido porque esta mal, no para que me cuestionara a mi.
-¿Va a atenderlo o necesito llevarlo a otra parte? -conteste ya harto de que solo preguntara y no hiciera nada.
-Claro que si, pero aun así necesito hacerle unas preguntas -me contestó él y siguió revisandola.
-Enfermera necesito unos análisis de sangre y otros de orina -comenzó a decirle a la enfermera.
Me aleje un par de pasos para darles espacio a hacer su trabajo, aunque sin dejar de observar en ningún momento, mientras tanto el doctor aun continuaba revisando sus signos, ignorando mi presencia, cuando de la nada otra enfermera se acerco a mi.
-Acompañeme por favor -me dijo la chica pelinegra.
-¿A donde? -pregunté extrañado pues no pensaba moverme de mi lugar.
