Lo que empezó como unos llamados de atención por parte de su profesor de Historia, terminaron por ser un secuestro para Jungkook de 17 años, quien no se imaginaba todo lo que su vida cambiaría al terminar el curso, y sufriría de la peor manera por p...
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SeokJin había tenido un viaje de regreso a la ciudad sin ningún inconveniente que le provocará algún problema, tal y como lo tenía planeado.
Cómo primer destino, tenía el llegar a su casa para poder prepararse antes de ir a la comisaria a rendir testimonio, tal y como había quedado ya con el detective Min YoonGi, quien llevaba el caso de la desaparición de JungKook. Así que había manejado directamente a la casa que compartía con su esposa e hijo.
Cuando SeokJin llegó, Irene se mostró sorprendida pues él no había avisado nada sobre que regresaría, y eso de momento le hizo preocuparse pues tenía motivos suficientes para hacerlo.
-¿Jinnie... Qué haces aquí? -pregunto Irene viéndolo desde la barra del desayuno, sorprendiendo a su esposo, quien no la había visto al entrar. -Hola Irene -Saludo SeokJin haciendo caso omiso a la pregunta.
Irene inmediatamente caminó hasta él para poder verlo mejor.
-¿Paso algo? -pregunto de nuevo ella en tono preocupado mientras se dirigía hacía dónde él. -No claro que no, todo esta bien -contesto él.
Irene se sintió tranquila con la respuesta de SeokJin, por lo que de inmediato se lo hizo saber.
-Oh, me alegra que estés aquí. SeokHo y yo te hemos extrañado mucho -dijo Irene parándose frente a Jin.
Cómo cada día, Irene esperaba al menos un beso corto de SeokJin, por lo que con añoranza de tener aunque fuera eso de él, se posicionó frente a su amado esperando por ello.
-Si yo también los extrañe -dijo él dándole un beso en la coronilla.
SeokJin ya no se sentía con la obligación de seguir adelante con la poca relación que tenía con su esposa, por lo que ya no pensaba darle esperanzas de nada. Él ahora se sentía feliz con su Alumno, así que pensaba guardar todo su afecto para él y nadie más.
-¿Y SeokHo? -pregunto él volteando a ver por el pasillo, donde estaba la habitación de su hijo.
Irene por supuesto se sintió con algo de irritación al ver que su esposo le negaba algo que ella consideraba suyo, sin embargo también sabía que si peleaban él se distanciaría un poco más, y sabiendolo lejos, era algo que no quería, por lo que prefirió dejarlo pasar.
-Esta dormido -contesto ella dándole una sonrisa. -Ah... iré a darme una ducha -dijo Jin pasando de largo a Irene mientras se iba a su habitación. -Esta bien -contesto ella viendo como él caminaba por el pasillo.
Irene amaba con todo su ser a SeokJin, quien a lo largo toda una vida de conocerse, jamás había hecho caso a sus sentimientos, aún y cuando ella trataba de ser perfecta para él, sin embargo una buena noche de fiesta en la que eran participes los padres de ambos, vio la oportunidad de poder estar con él, luego de que Jin se embriagara hasta no saber de si mismo, y seduciendo a un SeokJin casi inconsciente, logró tener un acoston, donde para su buena suerte pudo quedar embarazada de SeokHo, así que con ello hizo que sus padres arreglaran un matrimonio para hacerse cargo del hijo que ambos compartían, y aunque era muy consiente de que Jin había sido obligado a estar con ella, era algo que no le había importado mucho, pues solo había logrado lo que siempre quiso. Estar con SeokJin.
