Lo que empezó como unos llamados de atención por parte de su profesor de Historia, terminaron por ser un secuestro para Jungkook de 17 años, quien no se imaginaba todo lo que su vida cambiaría al terminar el curso, y sufriría de la peor manera por p...
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~JungKook~
¿Qué se supone que hice ahora? ¿Por qué me miraba de esa manera? Yo no le había hecho nada.
Me sentía lleno de pánico, de miedo, de terror ¡De pavor!
Jin me miraba de una forma tan... Tan llena de odio, que incluso sentía como se me herizaba la piel. Sentía el miedo correr por mis venas y aumentar cada vez más.
Yo sabia mejor que nadie que él podía llegar a ser una persona sumamente agresiva y sin escrupulos que no mide fuerza al momento de atacar, y mucho menos le importa cuánto daño pueda hacerte en ese instante. Podía sentir ya un gran nudo en mi garganta, sentía el estomago tan revuelto que ya podía sentir el vomito subiendo por mi esófago. Hace tanto tiempo que no sentía el miedo a tal grado de hacer que mi estómago doliera y mis oídos zumbaran, justo como lo hacen ahora.
Jin me miraba aún desde abajo. Se encontraba sentado de cuclillas y mantenía sus manos hechas puño en su cabeza mientras tomaba su cabello, la arruga en su frente estaba allí para endurecer aún mas sus facciones y hacerme temblar ligeramente por el miedo. Sus ojos echaban chispas por la irá y su mandíbula estaba fuertemente apretada y abultando sus labios, podía sentir la tensión en su cuerpo y como seguramente planeaba matarme.
Comenzó a levantarse de apoco sin despegar su mirada de molestia de mis ojos, mientras yo solo pude tragar con dificultad. Su expresión no era para nada buena, era de un completo loco psicópata. Tenía miedo a mas no poder.
De pronto, se posiciono tan cerca de mi, que solo unos centímetros nos separaban. Sentía que en cualquier momento me daría un golpe, estaba tan temeroso que trataba de hacerme mas pequeño en mi lugar, y tratar de cubrir algún golpe que quisiera darme en el rostro.
-¿Hace cuánto te bajo? -me pregunto él apretando la mandíbula y con evidente enojo reflejado en la voz.
Al escuchar su pregunta, sentí toda la sangre drenarse de mi cuerpo, sentí tanto miedo que no pude contestar a su pregunta.
-¡Maldita sea, JungKook! ¡Te hice una pregunta! ¡CONTESTA! -me grito él.
No podía hacer salir ni una sola palabra de mi boca al sentirme tan expuesto a sus gritos y maltrato. Simplemente no podía reaccionar.
-¡¿Hace cuánto que estás mintiéndome?! -me pregunto él en un grito.
Cuando me comenzó a gritar, tomó mis hombros con sus manos y los apretó con fuerza. Me sacudía levemente mientras yo solo me quedaba sin poder reaccionar, pues tenía tanto miedo que no sabía que hacer.
-Maldita sea, JungKook ya no puedo confiar en ti ¡Me has estado mintiendo! -seguía gritando.
No podía reaccionar y mucho menos procesar con claridad lo que Jin estaba diciendo. Me sentía perdido y asustado, muy asustado.
