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Camila.

Escuchando la canción de Dua Lipa, vinieron a mi mente cientos de momentos que no sabía que causaban dolor al sol de hoy, después de tanto.

It was great at the very start.

Flashback.

- ¡Camz, mira! - no estábamos haciendo nada del otro mundo, solamente íbamos a ver una película pero la emoción de Lauren por ver Los Aristogatos era algo totalmente digno de ver.

Yo lo único que hacía era rotar mi mirada entre la pantalla y la pelinegra, viendo sus reacciones, cada tanto zarandeaba mi brazo cuando ocurría una escena "conmovedora" o "preocupante" como cuando Marie se cayó del puente o cuando Roquefort habló con la pandilla esa de los Gato Jazz. Parecía una niña pequeña.

Amaba cuando inconscientemente me abrazaba o colocaba su cabeza en mi pecho o casi era aplastada por ella (la última era intencional). Cuando jugábamos a lanzarnos palomitas y tratar de encestar en la boca de la otra, tal vez el jugar a cuando nos besamos, soplar en la boca de la otra para ver su reacción. Posiblemente cuando se me salía un pedo (si, señoritas y señoritos, sigo siendo un humano y ocurren esas cosas) brincaba directamente encima de ella y apretaba su nariz mientras le gritaba "No respires, huele feo, huele feo." Varias veces, era mi propio cuento de hadas en una persona, no sabía el grado de felicidad que ella me podía causar.

Hands on each other.

- Camila, no -dijo mientras se reía y se alejaba. Me encontraba abrazada a ella mientras daba una clase de baile. Está de más decir que amaba como ella disfrutaba de su profesión, tal vez para muchos no era la gran cosa pero para Lauren era un mundo de posibilidades.

Ver como le explicaba a los alumnos poco a poco para que captaran con mayor sincronía el movimiento planteado por ella, era maravilloso.

Pasados 45 minutos donde la mayor parte del tiempo estuve jugando con mi teléfono, resolviendo asuntos con Victoria's Secret, Armani y L'Oreal, robándome muchas veces la atención de los estudiantes y que la ojiverde me reprendiera con la mirada, tuve que salir del aula en reiteradas ocasiones. Una vez acabada la clase, me acerqué a Lauren y la abracé por la espalda.

- ¿Estás molesta conmigo? -pregunté imitando una voz de bebé. Recosté mi cabeza en su espalda mientras ella revisaba su teléfono.

- No, amor. -respondió, muy corto, conciso, tajante.

- Si, lo estás. -comencé a acariciar su abdomen sobre la tela.

- No lo estoy, Camila.

- ¿Segura? -mi mano derecha empezó a descender hacia su short y mis dedos masajearon su miembro por encima de la ropa. Escuché un suspiro pero no obtuve respuesta a mi pregunta, la cual volví a repetir, notando aumentar el bulto en la prenda de ropa.

- Carajo, que si. -se volteó y me besó, un beso brusco, cuando hizo falta el aire, me separé de ella.

- Que bueno, mi amor. -me alejé y observé que si las miradas mataran, yo estaría 3 metros bajo tierra en este momento. No pasaron ni 10 segundos cuando entraba un muchacho a recibir clases con Lauren. Le guiñé un ojo mientras ella resoplaba y continué jugando en mi celular, sentada en piso en una esquina del salón.

Couldn't stand to be far apart.

- Leeeern, debo quedarme aquí por una semana más -observarla hacer un puchero detrás de una pantalla, no era lo más lindo para mi pero no podía hacer nada, me encontraba en Nueva York por trabajo.

- Pero yo quiero verte -confirmado, mi novia era una niña pequeña.

- Lern, amo hablar contigo pero debo  ir a la entrevista. Hablamos más tarde, te quiero. -lancé un beso a la cámara y colgué para ir rumbo al estudio.

The Fame [Camren G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora