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Camila.

- Justamente contigo quería hablar. -Giré mi vista y repasé por completo mi alrededor hasta que clavé mi mirada al final del pasillo. El tono de voz dulce no concordaba para nada con la frase dicha.

- ¿Disculpa? -mi pregunta resonó en las paredes blancas de la clínica.

Sus ojos me escanearon mientras se acercaba, nuestras alturas eran bastante diferentes, tomando en cuenta que teníamos tacones pero sin ellos, igual no concordábamos en esa medida y a decir verdad, en ninguna medida.

- ¿Qué haces aquí? -respondió con otra pregunta. La miré de arriba hacia abajo y viceversa, acomodé mi cartera y fijé mi mirada en sus ojos marrones.

- ¿Cómo o por qué te importa? -mi tono de voz era sorprendentemente calmado, hasta yo misma estaba impresionada de mi autocontrol.

- Curiosidad, nada más.

- Lucía, yo vengo porque quiero. - me acerqué a ella, mirando un poco hacia arriba pero sin perder mi pose de soberbia.- porque puedo. -su mandíbula comenzaba a tensarse.- y porque me da la gana.

- Lauren no volverá contigo. -solté una estrepitosa carcajada.

- ¿Cómo estás tan segura de eso? -estábamos frente a frente, después de tanto tiempo no pensé volver a verla, es decir, no pensaba volver a ver a nadie que me uniera a la vida de Lauren y aquí estamos.

- Porque ella y yo vamos a volver a intentarlo. -se cruzó de brazos y sonrió con superioridad. Ay mi linda, si supieras lo que me acaba de decir la pelinegra, te quedas loca.

- Sigue en tu cuento de hadas. -sonreí.- soñar no cuesta nada.

- Sabes que tengo razón. -dijo un poco desesperada. Estaba comenzando a alejarme y me volteé bruscamente.

- Supérala, Lucía. Ella ya lo hizo, hace más de 2 años que no están juntas, ya tuvo una relación conmigo, te ha rechazado infinidad de veces. -no quería ser tan dura pero había llegado al límite de mi paciencia con esa niña.

Flashback.

- Amor. -Lauren me llamó mientras yo estaba viendo una serie en la televisión, la ojiverde se encontraba en la mesa del comedor revisando unos papeles, realmente no me fijé mucho, era muy posible que se tratara del contrato del estudio de danza que mi novia tenía a su disposición.- ¡Amor! ¿Puedes abrir la puerta?

Le puse pausa a Riverdale, en la mejor parte y me puse de pie, para poder llegar a la puerta de entrada del apartamento de Lauren desde donde yo me encontraba, debías pasar por el comedor por lo que al pasar le giré el rostro y la besé, metiendo la lengua en su boca y disfrutando de su sabor, ella tornó el beso más húmedo, si eso era posible y al escuchar el timbre otra vez me separé mientras giraba los ojos y ella soltaba una pequeña risa, volviendo a centrarse en sus papeles.

Un "voy" brotó de mis labios para que la persona que se encontraba al otro lado de la puerta, dejara la impaciencia. Al abrir la puerta me encontré con una morena, alta, cabello castaño y rasgos muy finos, bastante flaca a decir verdad pero puede ser por su contextura de cuerpo. Ella me observó de igual manera mientras su rostro demostraba ¿asco?

- ¿Hola? -dije tratando de ser cortés, ignorando su mirada.

- ¿Dónde está Lauren? -aparte de palillo, maleducada. Salí de la casa pero no cerré la puerta sino que quedó una pequeña abertura.

- ¿Quién eres? -pregunté tranquila, podía ser alguna profesora de su estudio.

- Búscame a Lauren. -dijo demandante. Soy Camila Cabello, yo mando, a mi no me mandan, sólo Lauren y en la cama...y es a veces, no se crean.

Grité un "Lauren, te buscan" mientras seguía de pie en la puerta, esta mujer me daba mala espina por alguna razón, pasaron varios segundos o hasta minutos en un silencio bastante incómodo, ella me miraba, sus ojos recorrían mi cuerpo entero mientras yo observaba mis uñas cual diva. Bueno, soy una diva. Lauren abrió la puerta y se quedó petrificada, ¿por qué se queda así? Reacciona, idiota.

- Lucía, ¿qué haces aquí? -preguntó asombrada, sin embargo no se movía de la entrada de la casa.

- ¡Mi amor! -literalmente me empujó para abrazar a Lauren, tropecé con mis propios pies y estuve a punto de caer pero el brazo de mi novia lo impidió, al parecer antes de que la mujer esa la abrazara, esquivó su acción para atraparme a mi.

- ¿Qué quieres Lucía? -el tono de reproche con el que lo dijo indicaba que se conocían desde hace algún tiempo.

Quería permanecer ahí porque chismosa siempre pero quería darle el espacio a Lauren, no quería ser ese tipo de novia obsesiva por lo que me solté de su agarre, la observé y deje una caricia en su mejilla, giré mi mirada a la mujer, Lucía, volví a girar mi cara y besé a Lauren en los labios, lento y profundo, capturando su labio inferior entre los míos, terminé el beso con una mordida en su labio y entré a la casa, dando vueltas imaginando de lo que podían estar hablando.

Minutos después escuché como Lauren entró y me dirigí a ella. Antes de que pudiera acertar a decir algo, ya yo estaba comenzando mi interrogatorio.

- ¿Quién es ella y qué hacía aquí? ¿Por qué te dijo "mi amor"? -resalté las comillas con mis dedos y coloqué mis manos en mi cintura esperando su respuesta. Ella soltó un suspiro

- Es mi ex novia. -dijo mientras se cruzaba de brazos.

¡Oh mierda!

Flashback.

Esa fue la primera aparición de Lucía Vives en mi relación y lastimosamente no fue la última, hubiese querido que desapareciera luego de eso pero ella estaba segura de lograr separarnos a Lauren y a mi, es bastante posible que la noticia de nuestra ruptura la haya alegrado de tal manera que no dudo que intentó meterse con la pelinegra otra vez, sin embargo, si Lauren quiere volver a intentarlo conmigo.

¿Qué pinta esta niña aquí?

Sus ojos me observaban con dolor, un brillo de posibles lágrimas se encontraban en ellos, no planeé que las palabras fueran dichas de esa manera pero fue lo que salió en el momento. Ella solo negó con la cabeza.

- Estas mintiendo.

- ¿Por qué te niegas a aceptar la realidad? -di un suspiro de frustración, si yo estoy frustrada, no me imagino como estarán sus amigas o su familia.

- Porque ella es el amor de mi vida. -me iba a acercar a ella hasta que me gritó.- ¡Aléjate! -mire alrededor por si había causado un problema su escándalo pero parecía que no.

- Lucía, por favor, hazte un favor a ti misma, supérala.

Yo seguía diciéndole, dándole consejos y ella lo único que hacía era gritar que me callara. Era obvio que en algún punto su escándalo iba a darse a notar, los de seguridad se dieron cuenta de que ella era quien estaba gritando y la escoltaron fuera del edificio. Yo sólo di un suspiro, como el décimo octavo del día y me giré para ir al ascensor, me asusté cuando vi a una persona detrás de mi, puse una mano sobre mi pecho con la respiración acelerada y observé su figura con una ceja en alto.

¿Ahora qué? Dios. Hoy es el día en el que Camila se encuentra a mil personas no deseadas ni gratas para ella.

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Espero les guste y que hayan pasado un feliz aniversario de Camren. Besos.

-K

The Fame [Camren G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora