Dama de Honor • Jimsu

14. Isla de Jeju

Última parte

Los dos caminaron en silencio por la arena. El clima estaba frío, pero al pelinegro parecía no molestarle. Contrario a YoonGi quien se acurrucó contra la casaca prestada de JiMin, quien se la ofreció con la excusa de que abrigaba más. No se negó, siendo una de las razones, que olía muy bien.

—¿Puedo preguntar  cuanto tiempo estuviste con tu ex?

—Ya lo está haciendo Park—YoonGi le dió una sonrisa ladeada— Estuvimos juntos por tres años, no fueron los peores pero tampoco los recuerdo de la mejor manera.

—Lo siento si estoy tocando algo muy  sensible para ti—JiMin se encogió de hombros a su costado—Creo que estoy siendo impertinente ¿Debería cambiar de tema? ¿Hablarte con honorarios? Espero que me dejes decirte Hyung.

YoonGi carcajeo bajito. No pudo entender porque el pelinegro se comportaba de forma tan cuidadosa con él de repente. Entendía que debería de haber un respeto entre ellos, pero la formalidad nunca se sintió bien con él desde un comienzo.

—Me llamaste Hyung siendo unos desconocidos, no hay necesidad de preguntarme.

—Lo hago porque quiero que estés cómodo a mi lado, Hyung.

YoonGi se detuvo a mirar el mar.

Se veía calmado. El sonido de las olas rompiendo y el olor a agua salada reconfortaron su corazón. Suspiró cansado, ante todo lo que su mente le obligaba a ocultar, y por la confusión de sus sentimientos. Dió un sutil respingo cuando sintió los nudillos  del menor acariciando el dorso de su mano. Se estremeció por el contacto, pero no lo alejó. Por más de que se sintiera culpable, la acción se sentía correcta y más que agradable.

—No mentía cuando dije querer conocer a tu abuela—JiMin rompió el silencio—Puedo acompañarte a Daegu para que le des una sorpresa, puedo comprarle flores-

—No te molestes, solo servirían como adorno para su lápida

YoonGi quitó la vista del mar para mirar al pelinegro, quién se encontraba un poco espantado a su lado. Boqueando, como si estuviera buscando las palabras correctas en el aire.

—Yo....yo no quise, soy un desconsiderado, perdóname Hyung-

—Tranquilo—YoonGi agarró su mano de manera inconsciente, dando un pequeño apretón—No lo sabías, ella falleció hace algunos años cuando estaba en Boston,

La expresión de JiMin se calmó un poco. Le devolvió el apretón en la mano a YoonGi, como si le estuviera reconfortando por la pérdida de su  abuela.

—No puedo imaginarme tu dolor Hyung, debe de haber sido muy duro para ti.

—Lo fue, en su momento—YoonGi volvió a mirar al mar. Sintió un dolor en el pecho más allá del muscular, y es que era el alma la que dolía —Pero así es la vida, tenía que irse y yo lo acepté hace ya bastante tiempo, lo bueno es que aparte de Dahyung y Namjoon ya no me queda nadie más a quien perder.

—¿Y tus padres?

—Ellos no existen para mi desde que me echaron de casa—YoonGi quitó la mano del pelinegro para abrazarse a si mismo. Sintió que la casaca  no era suficiente—Son muy religiosos, y no pudieron soportar la idea de que me iría al infierno, solo porque soy un marica, como ellos me dijeron.

JiMin al notar el frío del pelinegro, lo tomo del brazo para alejarse de la fría playa en dirección al hotel.

—Tu abuela—Preguntó con cautela, caminando de regreso—¿Ella sabía....?