Los dos fueron a un paso moderado. Se ganaron miradas extrañas de los transeúntes ya que, era YoonGi quien prácticamente semi-cargaba a un hombre con la cara hinchada, por las calles de Seúl. Cuando le dijo al pelinegro, haber visto una farmacia cerca, no fue más que una mentira blanca al no querer asustarlo más de lo debido. Para su buena suerte al caminar unas cuadras más adelante, divisó el letrero de farmacia escrito en rojo. Sintió el alma devolverse a su cuerpo momentáneamente.
Entraron con rapidez.
—¡Ayuda por favor! —Dijo casi gritando mientras sostuvo, al contrario—Está teniendo una reacción alérgica
Uno de los farmaceutas, sin pensarlo dos veces, se dirigió a la zona donde se encontraban los epipens para administrárselo al pelinegro. Mientras tanto, otros dos ayudaron a YoonGi a sentar a JiMin en uno de los banquitos cerca del mostrador.
—Señor, será mejor que vaya llamando a la ambulancia—Le dijo uno de los farmaceutas con una mirada preocupada. El otro ayudaba a al pelinegro a respirar calmadamente hasta que su colega le administrara la medicina.
YoonGi solo asintió y con las manos un poco temblorosas marcó el número de emergencias. El rubio no supo con claridad que rayos le dijo al operador de la línea, pues las palabras surgieron de forma atolondrada. Si no se calmaba, tendría un ataque de pánico en su máxima expresión y de esa forma no podría ayudar en absolutamente nada. Si el pelinegro hubiera podido ver el estado del rubio, definitivamente se hubiera burlado ¿Quién pensaría que YoonGi estaría tan preocupado por él?
—Permítame por favor—El farmaceuta intentó hacer a un lado a un YoonGi desconcertado—Puede pararse al costado del señor si desea
YoonGi no emitió palabra y se colocó junto al pelinegro, sin poder evitar apretar su hombro. Con rapidez, el farmaceuta quitó la tapa de seguridad, posicionó el epipen sobre el muslo del pelinegro y apretó el botón para dejar salir la aguja administrando así su contenido. YoonGi sintió como JiMin se estremeció ligeramente, por lo que inconscientemente, le acarició la espalda en un intento de consolarlo. Después de diez segundos, la aguja se retractó automáticamente y JiMin pareció respirar mejor.
Que alivio Pensó YoonGi
—¿Hyung? —Se quejó un poquito
YoonGi sin dudarlo le agarró la mano derecha que no estaba tan hinchada y se la apretó.
—Tranquilo—Intentó decirlo con suavidad—Estoy contigo—Su voz salió suave para el pelinegro, dejando que lo llamara hyung.
—Con suerte el efecto del epipen durará entre unos 10 a 20 minutos, suficiente para que llegue la ambulancia—Dijo uno de los farmaceutas—Definitivamente fue su mejor decisión venir hasta aquí, su amigo aquí estaba teniendo la peor reacción de anafilaxis
YoonGi asintió sin entender muy bien la magnitud del problema, pero agradeció que el menor se encontrará bien. Miró al pelinegro de quien no dejó de sostener su mano con fuerza.
—Cuanto tengo que pagar por el epipen
El farmaceuta negó con la cabeza.
—Era una emergencia, no le cobraremos nada.
El contrario asintió ligeramente.
No pasó mucho tiempo hasta que escuchó las sirenas de la ambulancia. JiMin ya se veía en mejores condiciones, el enrojecimiento ya bastante tenue y la hinchazón había bajado considerablemente. Sin embargo, permaneció con la cabeza apoyada sobre el abdomen del mayor para más comodidad, pues se sintió débil tener que sentarse en el banco sin respaldar alguno. Nuevamente, el rubio solo accedió sin quejarse. Cuando los paramédicos oscultaron a JiMin, chequearon si se encontraba en estado de shock, más concluyeron que el rubio que lo acompañaba, se veía en un estado de más estrés que el propio afectado.
ESTÁS LEYENDO
Dama de Honor • Jimsu
Fiksi PenggemarEl famoso fotógrafo Min Yoongi, recibe una invitación para la boda de su mejor amiga en la ciudad de Seúl. Al arribar, se da con la sorpresa de que ella lo ha escogido como su dama de honor principal. Min Yoongi no solo tendrá que aprender a ser una...