CAPÍTULO 11

222 18 2
                                    


[...]

LUCAS CRAFT


@ My worst de Blackbear comienza a sonar por las bocinas.

Mis oídos ya se han acostumbrado al alto volúmen, y es casi como si ya no lo sintiera tan alto.

Comienzo a cantar junto con el rapero con todo el sentimiento. Aunque se ha de escuchar horrible porque yo tengo un tono de voz más grave que el de Blackbear.

La letra define mi manera de ser con respecto a Melissa, porque en efecto suena tan jodidamente hermoso cuando ella dice mi nombre, y le estoy rezando a un Dios en el que no creo. Y cuando escondo mis cicatrices más fácil sangro.

¿Ella podrá amarme en mi peor momento?

Hay demasiado alcohol circulando por mi cuerpo, pero al menos ayuda un poco a sentirme mejor. Al terminar bebo un trago de alcohol que quema, pero ya me he acostumbrado tan bien a eso.

Oigo unos golpes y luego...

—Lucas. Abre la puerta. Soy yo...—escucho esa voz femenina, esa con la que sueño cada noche.

Mis alucinaciones cada vez son más realistas.

Detengo la música esperando para volver a escucharla.

—Abre la maldita puerta Lucas Craft—exclama la voz, y golpea la puerta como Derrick lo hizo hace algunas horas, a lo mejor y es él y mi cabeza está tergiversando los sonidos de su voz.

Me levanto amodorrado y mareado al abrir.

Al hacerlo casi me caigo de culo.

Sin duda es la alucinación más realista que he tenido durante estos días de su ausencia. Sorprendido por lo que ven mis ojos acerco mi mano a su mejilla, pero no la toco, me quedo estático a unos pocos centímetros de tocar su piel.

Esa tersa piel que me enloquece, pero me resisto a que cuando la toque desaparezca.

A veces hablando con las alucinaciones me siento menos solo.

Suelto una risa por lo jodido que se oye eso.

Parezco un enfermo mental.

Vuelvo a mi lugar, y por pura curiosidad checo la etiqueta de la botella, no recuerdo haber pedido bebidas alucinógenas o modificadas de cualquier manera.

La etiqueta señala que es una bebida completamente normal.

No sé porque siento la necesidad de decirlo en voz alta.

—Creo que esta bebida estaba adulterada y le pusieron una buena cantidad de LSD—fue la primera droga alucinógena que se me ocurrió. Fijo mi mirada en sus ojos—sin duda es la mejor alucinación que he creado de ella en este tiempo.

Me froto los ojos para poderla apreciar mejor.

Se ha quedado quieta como un mueble frente al escritorio, tiene sus manos enlazadas sobre su estómago. Me pregunto si no será un androide de los más modernos.

Cada vez pienso más estupideces.

El silencio me es raro. Así que decido matarlo. Desahogarme como siempre.

—¿Sabes? Ella, la real, no tú—empiezo mi discurso que ya tengo más que memorizado—y yo claro está, dejamos a Amber ganar. Le dimos lo que quería—suelto una risa histérica—le dije que el mal no triunfaba y que es lo que hizo. Cambiar las leyes, hacer la... diferencia.

EL RESPLANDOR EN TU MIRADA © (Nuestras Miradas  #3) [COMPLETA✔️].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora