EL RESPLANDOR EN TU MIRADA © (Nuestras Miradas #3) [COMPLETA✔️].

CAPÍTULO 20

[...]

Después de escuchar que la puerta del ascensor se abre, pasa poco tiempo para que Luc entre en la habitación.

-Hola preciosa-me saluda con esa sonrisa hermosa que tiene y que ha de atrapar la atención de muchas mujeres por las calles o en su empresa.

-Hola guapo-Luc pasa una mano por los mechones de su cabello como normalmente suele hacerlo, sin embargo hay algo diferente esta vez, algo que le llama la atención a mi vista.

Tiene diversos cortes en los nudillos.

-¿Qué te pasó en las manos?-me es inevitable preguntar por la preocupación.

Dudo que en su empresa se haya suscitado una pelea o algo parecido, para eso están los guardias de seguridad.

Él traga saliva nervioso, lo que llama más mi atención.

«Algo no anda bien por aquí»

Lo examino detalladamente hasta que me percato de algo que me parte en mil pedacitos el corazón.

-Llevas otra camisa y no llevas tu corbata-le reclamo conmocionada.

«¿Creíste que ibas a verme la cara de estúpida? Pues te equivocaste»

Lucas abre la boca sorprendido de que yo haya notado esos pequeños detalles.

-El dobladillo en la parte de los botones es diferente y está cosido con un hilo azul.

Vuelve a pasarse una mano por el cabello, y yo siento una fuerte opresión en el pecho, y un nudo apretado en la garganta. ¿Creí que no era capaz de hacerme algo así?

-¿Acaso...-cómo duele decirlo en voz alta, ni siquiera puedo acabar de pronunciar la pregunta. Evito verlo a los ojos porque romperá más mi corazón. Aprieto mis labios en una delgada línea intentando que las ganas que tengo de llorar se disuelvan.

-Melissa, yo...-lo miro directamente a los ojos.

¿Va a ser capaz de decírmelo a los ojos? ¿De aplastar mi corazón?

-¿Estuviste con alguien? ¿Es porque hemos estado sin tener...-me adelanto queriendo saber cuanto antes la verdad.

-¡No!-exclama ofendido sin dejarme acabar de hablar.

¿No? ¿Puedo creer fielmente en sus palabras?

-¿Entonces por qué...-es que en verdad no encuentro una razón diferente para que él haya tenido la necesidad de cambiarse la camisa.

¿Se le regó el café?

O su amante dejó pintalabios rojo en ella.

Luc suelta un suspiro abatido, para luego intentar abrazarme, a pesar de que yo me esfuerzo en apartarlo de mí, es un intento frustrado, al final me rindo pero no correspondo su abrazo. Si cree que con un abrazo mis pensamientos serán buenos y lo dejaré pasar, creo que no me conoce lo suficiente.

-Es una larga historia. ¿Podemos hablar de ello después?

«Sí, claro, como nací ayer»

-No.

-Por favor-insiste creyendo que me hará cambiar de opinión, comienzo a desesperarme.

-No. O me lo explicas ahora o mi mente va a viajar muy muy lejos y no quiero lastimarme con ello, si es que en verdad no ha pasado lo que estoy pensando.

-Está bien, pero antes deja que me de una ducha.

-Para que la evidencia se pierda. Así borrarías su aroma, sus caricias, sus besos de tu piel y...