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Hayden me sujeta por los hombros con ímpetu empujándome hacia el colchón. Que apuesto a que ha dejado una marca sobre mi piel.
—Quédate quieta y de preferencia mantente callada. Aunque grites nadie te va a escuchar.—susurra cerca de mi oído.
Aún a pesar de su advertencia yo no me quedo quieta ni me callo.
—Vete a la mierda—le espeto y luego le escupo en la cara.
—Así que ese tal Craft aún no te tiene bien domada.—dice más para sí mismo que para mí limpiando mis fluidos de su rostro—Ya me encargaré yo de ello.
Se levanta y sale de la habitación, pero no tarda mucho en volver.
Una capa de sudor cubre mi piel, mis niveles de adrenalina están por los cielos.
Frente a mis ojos corta un pedazo de cinta plateada.
«Va a amordazarme»
Su fuerza es por mucho superior a la mía y al final consigue ponerme la cinta sobre la boca, yo casi me desgañoto y berreo todo lo que puedo, todo lo que mi cuerpo puede. Por mucho que intento moverme y alejarme de Hayden, defenderme como puedo, cuando lo consigue pone su pesado cuerpo sobre mí, pero yo no me quedo quieta.
Hasta que con violencia me sostiene por los hombre apretando.
—¡Estate quieta!—me grita fulminándome con los ojos—Entre más dócil seas antes acabaremos Mel.
Yo detengo mis movimientos, no puedo parar de llorar, lo miro directo a esos ojos, esos mismos ojos pardos, aquellos que iniciaron amándome y que con el tiempo fueron traumándome. Ese amor se esfumó con el paso de los días.
Intento que en mis ojos pueda leer un no lo hagas, un por «favor ten piedad de mí. No me uses de esa manera»
Él flaquea en su decisión, casi lo consigo hasta que desvía la mirada.
De un rápido movimiento me baja los pantalones.
—Serás mía para siempre Melissa Brooks.
«Yo jamás fui ni seré tuya. Pase lo que pase siempre seré de Luc»
Aprieto mis muslos pero él los separa con brusquedad por mis rodillas.
Mentalmente me preparo para lo peor. Oigo cómo se abre la bragueta. Cierro los ojos con fuerza, deseando desaparecer.
Pero un fuerte ruido me hace abrirlos de golpe.
Y ahora lloro pero de alegría y miedo a la vez.
Lucas entra por la puerta y en menos de lo esperado se está lanzando sobre Hayden, ambos caen en sonido seco sobre el piso. Yo me jalo de mis ataduras, pero no puedo zafarme.
Una enorme frustración me carcome el alma.
Ambos hombres comienzan a golpearse como si no hubiera un mañana, con dificultad se ponen en pie. La cara de Lucas es de pocos amigos, está fúrico, jamás lo había visto así de enojado.
En cambio la cara de Hayden es satírica. Su sonrisa llena de sangre me infunde un miedo irracional, que es apaciguado por mi salvador, mi amor, mi futuro esposo.
Mi corazón late desbocado en mi pecho.
—Maldito infeliz—grita Lucas al estamparle su puño en la mejilla.
—Vete al diablo—replica Hayden y de su cazadora saca el arma, eso toma desprevenido a Lucas quién abre los ojos como platos, yo grito a todo pulmón. Deseando que mis súplicas le lleguen a través de ondas cerebrales a Hayden.
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EL RESPLANDOR EN TU MIRADA © (Nuestras Miradas #3) [COMPLETA✔️].
Romance«Para apreciar la luz hay que conocer la oscuridad» -ANÓNIMO Primera publicación: 22/04/22 Ultima publicación: 26/12/22