[...]
LUCAS CRAFT
No me puedo quedar con las malditas manos cruzadas.
Abro la puerta bruscamente, subo a la camioneta y doy un fuerte portazo. Tan malos son mis tratos al automóvil-cosa que nunca hago, siempre tato los automóviles con cuidado-que incluso Thomas me ve extrañado.
-¿Adonde señor Craft?-pregunta Thomas antes de arrancar el coche.
-Al banco.
Estoy bastante inquieto. Al borde de la histeria.
-Si me lo permite preguntar-yo asiento-¿ha sabido algo acerca de la señorita Melissa?
Yo asiento con la cabeza. Los ojos se me inundan de lágrimas.
Me aclaro la garganta.
En este momento al único que tengo para poder desahogar todo es a Thomas, ya que ahora no quiero hablar de esto por teléfono con mi hermano.
-Está secuestrada. Y su secuestrador me ha pedido siete millones de dólares, lo peor es que el mismo secuestrador es uno de sus ex novios.-lo último lo escupo con ácido, con rabia, apretando mis puños.
Mi cuerpo está tan tenso, el imaginar que ese tipo pueda tocarla, golpearla, y hacer con ella lo que se le plazca, joder...
-¿Sabe cuál es su nombre?
Miro a Thomas por el retrovisor con los ojos en llamas.
Resoplo desviando la mirada.
-Hayden Baker.
-Sé de alguien que nos puede ayudar. Si me lo permite, puedo llevarlo con él. No nos defraudará. Yo al igual que usted quiero que la encuentre lo antes posible, esa chica es especial y la he llegado a querer como la novia de mi jefe... por favor señor Lucas.
Pongo mis manos sobre mis rodillas y presiono con fuerza.
Justo ahora se me agotan las opciones para llegar a ella.
Cierro los ojos con fuerza.
En mi mente se reproduce la imagen de ella amarrada, llorando desconsolada, deseando ser rescatada de las garras de Hayden.
«Luc. Sálvame»
Su voz era apenas un susurro. Tan débil. Tan asustada.
«Hasta el mejor superhéroe a veces necesita ayuda y yo no soy uno.»
-Llévame con él. Necesito encontrarla lo antes posible.
[...]
Un hacker de sombrero gris.
Quizá no me encuentro en el lugar más sofisticado de la ciudad, pero cuando estás pendiendo de un hilo, lo único que puedes hacer es aferrarte a él lo más que puedes y con lo que puedes.
El apartamento es pequeño, le hace falta algo de iluminación, y huele a desinfectante de limón. Leo se encuentra sentado en el suelo con su laptop en el regazo, su piel es morena y lleva rastas, viste una sudadera negra con una letras fluorescentes que dicen Brooklyn, por lo que sé tiene veinticuatro años, no terminó la universidad y se dedica a infiltrarse en la internet por buenas causas, aunque impliquen acceder ilegalmente a determinados sitios.
Ni blanco ni negro. Gris.
Si no fuera porque Thomas me lo explicó, en verdad hubiera pensado algo como ¿si es hacker, porque no roba algún millón de dólares a algún banco y compra una mansión?
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EL RESPLANDOR EN TU MIRADA © (Nuestras Miradas #3) [COMPLETA✔️].
Romance«Para apreciar la luz hay que conocer la oscuridad» -ANÓNIMO Primera publicación: 22/04/22 Ultima publicación: 26/12/22