EL RESPLANDOR EN TU MIRADA © (Nuestras Miradas #3) [COMPLETA✔️].

CAPÍTULO 2

N/A:Si pueden escuchen la cancioncita que les dejé arriba. Es la que menciona unos párrafos abajo.

[...]

LUCAS CRAFT

Ver un video donde tu prometida besa otros labios, es lo peor.

Imaginar el tipo de cosas que pudo haber hecho a tus espaldas.

¿Te besaba a ti luego de besarlo a él? ¿Gemía igual que como lo hacía contigo? ¿El bebé que perdió era tuyo? ¿El tiempo que estuvieron separados se refugió en ese hombre en vez de en ti?

Sobre pensarlo no es lo mejor, pero es inevitable. Es como estar lacerándote el corazón continuamente. Haciendo un profundo hoyo en él. Tu ex prometida te hizo lo mismo, y ahora la mujer que creías diferente hace lo mismo y te preguntas ¿es que acaso no la complací lo suficiente? Pero si trataste de ser diferente con ella, nada tiene sentido.

Pues eso fue lo que me pasó. Ni siquiera tuve el valor de apartarla por completo de mí, ni de quitarle su anillo. Porque el día que le pedí matrimonio me dije a mi mismo que nunca podría quitarle su anillo ni nadie podría hacerlo en un futuro, que antes yo tendría que estar muerto.

Me mantuve distante con ella, me costó muchísimo porque ella era muy persistente, sin embargo cada que la veía recordaba ese video de sus labios sobre los de Martin, ese hijo de puta que pudo saborear a mi prometida, aunque le advertí que no se acercara a ella. Incluso lo golpeé aquella vez que intentó hacerlo.

¿Cómo no me di cuenta de lo evidente?, probablemente ya había algo entre ellos desde antes, ambos me mintieron. Pero Melissa tuvo el descaro de seguir conmigo a pesar de saber que había otro.

Las noches durmiendo en el cuarto de invitados sabiendo que ella estaba a unos cuantos metros, sola y probablemente hablando con él o pensando en él... Infelicidad, amargura y rencor eran mis sentimientos favoritos.

Siempre con una botella de alcohol frente a mí, tentándome, diciéndome bébeme silenciosamente, pero nunca podía. Borracho se pueden cometer muchas estupideces, si no lo sabré yo.

Me negaba a aquello, por muy enfadado que estuviera a ella no podía hacerle algo que la lastimara y de lo que me podía arrepentir, porque aún la amaba, por eso me dolía mucho, ni siquiera estando con Amber me dolió tanto.

Si la relación con Melissa no funcionaba jamás podría recuperarme, perdería la esperanza de ser feliz con alguien. Porque ella me dio esperanza y me la estaba arrebatando junto con mi corazón.

Cada noche sin poder dormir porque no tenía su cuerpo a mi lado, no sentía su calor, su pulso, sus movimientos. Nada. Las noches se volvían eternas y no en un buen sentido.

Una dicotomía. Mientras que mi corazón quería perdonarla y hacer como si nada hubiera pasado para poder refugiarme en ella, para que todo volviera a ser como antes, mi cerebro decía todo lo contrario, que merecía sufrir al menos un poco de lo que yo estaba sufriendo, y al final mi cerebro ganaba.

Me mantuve cortante y distante, frío como jamás lo había sido con ella, hacía como que la ignoraba aunque la escuchaba perfectamente y me dolía. Nuestro compromiso apenas había sido revelado y ahora volvería a ser tendencia por lo poco que duró.

No.

Y es que me negaba a escucharla, no quería saber nada sobre sus mentiras ni excusas. Pero ella se mantuvo a mi lado a pesar de todo, a pesar de mi rechazo. Cuando me enteré y ella vino conmigo yo la corrí de mi oficina, no sé si volvió al trabajo, lo que sí sé es que al finalizar la jornada ella me esperó sentada en los sillones de la recepción.