CAPÍTULO 21

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[...]

Bodas.

¿Quién hubiera imaginado que yo Melissa Brooks me casaría con Lucas? ¿O que simplemente me casaría?

Porque sinceramente yo jamás lo habría pensado ni imaginado.

Viví gran parte de mi vida pensando que el amor no estaba hecho para mí, que la mala suerte en las relaciones jamás me dejaría, y es que cuando Luc me pidió ser su esposa me sentía como inmersa en un sueño, de esos de los que no quieres despertar nunca, como si estuviera en las nubes.

Y no había tomado conciencia de esto realmente hasta ahora, que me encuentro frente a un enorme espejo, que me permite verme desde distintas perspectivas, con un vestido blanco.

Con la noticia de mi secuestro y mi rescate, muchas personas se enteraron por los medios, incluida Kara, quién me llamó muy preocupada por la situación. Ambas tuvimos una charla lo bastante amplia, y conseguimos hacer las paces, debo admitir que derramamos alguna que otra lágrima de nuestros ojos, pero logramos definitivamente perdonarnos la una a la otra para poder salvar nuestra amistad.

—Se te ve divino Meli—Kara es la primera en hablar.

—Estoy de acuerdo con Kara. Me has dejado sin palabras—expresa Sam perplejo con la mirada enfocada en el bajo del vestido.

—¿Así lo creen?—ambos asienten, yo doy media vuelta para mirarlos directamente a los ojos. Aliso el vestido por la parte baja—Se ve bien, pero creo que quiero probarme un par de vestidos más. Aún no me encuentro muy convencida.—les hago saber con total honestidad.

—¿De casarte?—Sam abre los ojos como platos, pero luego cambia por completo su expresión facial—La buena noticia es que aún estás a tiempo de echarte para atrás, incluso lo estarías un minuto antes de dar el sí acepto—suelto una carcajada al igual que Kara.

—Me refería al vestido, Sam. No sé si en verdad quiero un vestido tan despampanante.—me vuelvo para verme de nuevo en el espejo.

El vestido que tengo puesto es totalmente de seda, sin ningún tirante, el bajo es ligeramente esponjoso, con una abertura que cuando camino o hago diferentes posturas deja a la vista mi pierna izquierda, pero no sé, no acaba de convencerme, le hace falta algo.

—Siempre podemos ir a otro lugar, además aún tenemos tiempo—me recuerda Kara acercándose a mí por detrás.

—Treinta días chica. Un magnífico y largo mes.

Yo asiento más tranquila.

—Tienen razón.

Un mes. Cuatro semanas. Treinta días.

Joder que nervios. Tampoco es que sea mucho tiempo con los preparativos que aún tenemos que realizar y las cosas que tenemos que elegir.

Me muerdo la lengua.

Falta poco tiempo para ser la mujer de Lucas y para que él sea mi hombre, para que estemos unidos de una forma más sagrada, y ante el mundo entero. Nuestras almas estarán unidas hasta el día de nuestra muerte y quizá hasta el más allá.

Sonrío ante mi reflejo y mis mejillas se tiñen de un bonito rubor.

Quizá falte un poco menos, por el ensayo que se hará de todo...

Y es que ambos queremos que todo sea absolutamente perfecto, inolvidable, único, especial.

Y mañana tenemos que ir a ver a la organizadora de eventos que contratamos, una de las mejores de la ciudad que ha preparado distintas bodas y fiestas de personas famosas e influyentes. Aunque sé que de seguro ha de cobrar una cifra con bastantes números, sin embargo Luc me dijo que no me preocupara por el dinero, que ese le sobraba y que por eso ha trabajado duro y sin parar por muchos años, y que todo lo que invierta en nosotros será una buena inversión.

EL RESPLANDOR EN TU MIRADA © (Nuestras Miradas  #3) [COMPLETA✔️].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora