CAPÍTULO 24

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LUCAS CRAFT

—Ya estoy aquí preciosa—exclamo nada más pasar las puertas del elevador, feliz de estar en casa luego de un cansado día de trabajo. Para mi sorpresa no recibo ninguna respuesta, cosa que me extraña. Juro que leí en su mensaje que venía en camino a casa hace poco más de una hora.—¿Preciosa?

Me apresuro a subir las escaleras, lo hago de dos en dos para ahorrarme algo de tiempo. Al abrir la puerta de la habitación me encuentro a mi Meli hecha un ovillo en la cama, sus sollozos se intensifican con mi presencia.

Algo se rompe dentro de mí al escucharla llorar.

¿Y si se enteró de lo de Adam Lennox?

No. No. No.

Eso es imposible.

¿Pero y si sí?

Todo se irá al maldito caño.

De unas cuantas zancadas quedo de su lado y me acerco a ella, la abrazo aferrándome a su cuerpo como si fuera un salvavidas, con algo de temor de que me rechace y me hunda en lo más profundo del mar.

Espero que no note lo acelerado que se encuentra mi pulso.

—¿Qué pasó Meli?—pregunto tratando de ocultar mi nerviosismo—¿Meli? ¿Estás bien? ¿Qué fue lo que sucedió?—entre más tarda en contestarme más preocupado comienzo a sentirme.

No responde verbalmente sino que me abraza con fuerza para continuar llorando.

Sí se hubiera enterado de algo malo en contra de mí ya me habría apartado, gritado y muchas otras cosas más ¿no?

Me relajo instantáneamente. Comienzo a acariciar su espalda.

Si no está llorando por mí ¿Entonces por quién lo hace?

Porque nadie, ni siquiera yo, merece sus lágrimas.

No deseo presionarla, justo ahora sólo necesita fugar esa emoción que siente a través del llanto, y alguien que la acompañe y conforte, así que me dedico a esperar pacientemente a que esas lágrimas dejen de salir de sus lindos ojos.

Luego de no sé cuántos minutos cuando deja de hipear me atrevo a preguntarle.

—¿Qué es lo que pasó preciosa?—esta vez no tarda en responder.

—Hablé con mi madre.

Melissa con mucho dolor me cuenta que hoy, a diferencia de otros días, decidió responder a la llamada telefónica de su madre y qué esta se mostró muy arrepentida de los errores que cometió durante mucho tiempo con ella, y que para su desgracia le han detectado cáncer y está en etapa terminal.

¿Qué se sentirá que tú madre te pida una disculpa por lo mierda que se portó contigo? No tengo ni la menor idea y supongo que nunca lo podré saber en carne propia, pero por como está Melissa debe ser algo muy difícil de digerir.

También me cuenta que la invitó a nuestra boda junto con se hermana y que de igual manera se ofreció a pagarles el vuelo.

Cosa que me sorprende de una buena manera. Sin duda su corazón es muy bueno.

Cuando al fin se recupera y antes de que pueda decir cualquier cosa, de un rápido movimiento que apenas y me da tiempo a procesar, se coloca a horcajadas sobre mí, y se muerde el labio inferior con bastante fuerza.

Oh no.

Casi puedo leerle la mente.

Coloca sus manos a ambos lados de mi cabeza y sus labios en los míos. Por acto reflejo abro mi boca invitándola a entrar en ella. Meli parece captar mi mensaje porque así lo hace, su juguetona lengua explora mi boca con pasión.

EL RESPLANDOR EN TU MIRADA © (Nuestras Miradas  #3) [COMPLETA✔️].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora