CAPÍTULO 14

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[...]


Un dolor inmenso en mi cabeza que nace desde mi nuca me despierta.

Me cuesta abrir los ojos, siento los párpados lo bastante pesados, como si una piedra colgara de ellos. Cuando consigo abrirlos me doy cuenta de que todo está oscuro.

¿Dónde demonios estoy?

Los últimos recuerdos grabados en mi memoria vuelven como una cascada, tanto que intensifican el dolor de cabeza. Mi respiración se acelera, un sudor helado cubre toda mi piel. El miedo crece en mi interior. Intento ponerme en pie pero algo ajustado sobre mi cuello me lo impide, al igual que las ataduras en mis manos quitármelo de encima.

Las lágrimas se derraman de mis ojos sin que yo se los haya permitido.

—¿Así que la bella durmiente ha despertado ya?

Una voz desde la oscuridad me indica que no estoy sola.

Trago saliva sintiendo mi garganta muy pero muy seca, mis labios están partidos y...

—Y por lo visto también se encuentra muda.

Es la macabra voz de Hayden.

Aprieto la mandíbula hasta que resulta doloroso, para evitar soltar un alarido de terror.

Ya no soy la misma mujer débil que lo abandonó en Missouri.

Tengo que darle cara a mi peor y mayor miedo.

—Cuánto tiempo sin verte, jamás te despediste de mí. Pensé que algo mal te había sucedido, hasta que escuché que te comprometías con el magnatucho ese, Luca Croft o algo así...

Cierro mis ojos y con todo el valor del mundo me atrevo a corregirlo.

—Lucas Craft.

—Sí, ese nombre.

Siento como se aproxima a mí.

Luego siento como sus rasposos dedos rozan la piel de mi hombro, yo me alejo instintivamente sintiendo repulsión y asco.

—Espero que te ame lo suficiente como para soltar unos cuantos millones de su aclamada fortuna o por el contrario prefiera conservar intacta su fortuna y tengas que pasar el resto de tu vida encadenada a mí o morir en el intento—me hace saber y luego suelta una sonora carcajada que lastima mis tímpanos.

Siento el amargor de la bilis llenar mi boca.

—Cuando él te encuentre te hará pagar muy caro.

Frena en seco su risa y lo último que siento es su pesada mano estamparse en mi mejilla izquierda con ímpetu.

—Por lo visto a ese Lucas le gustan las perras que no se saben quedar calladas. Tú no solías ser así Mel.

Mis dientes rechinan. No respondo nada, el escozor en mi mejilla no me lo permite, las comisuras de mis labios se curvan hacia abajo, estoy a nada de soltarme a llorar.

Vuelve a tocarme y yo me alejo.

Apenas alcanzo a exclamar.

—¡No me toques!

Se escucha un clic y la luz cegadora inunda el lugar.

Hayden me agarra fuertemente por la barbilla para que lo mire directamente a los ojos.

Todo mi cuerpo tiembla, su aspecto es casi irreconocible.

Su cabello negro está grasoso y despeinado, tiene una barba insipiente cubriendo su mandíbula y mejillas. Sus ojos están inyectados en sangre, y al fin percibo el fuerte aroma a alcohol barato que desprende su cuerpo.

EL RESPLANDOR EN TU MIRADA © (Nuestras Miradas  #3) [COMPLETA✔️].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora