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LUCAS CRAFT
Espero la llamada de Melissa algo nervioso.
Esto tiene que funcionar.
«Confío en ella»
Sin embargo esa llamada que espero con ansias jamás llega y yo me preocupo. Me debato entre llamarla o esperar a que ella llame.
¿Y si lo olvidó?
No, no lo pudo haber olvidado. No me pudo haber olvidado.
«Debo darle algo de espacio»
Pido una pizza para cenar, sin embargo no me sabe tan bien como cuando la disfruto al lado de Melissa. Pero al menos no me iré a la cama con el estómago vacío.
Cuando me siento satisfecho voy directo a la cama, doy un gran suspiro, me deshago de la ropa y me cubro con las sábanas.
Tomo mi móvil y lo reviso cada determinado momento para comprobar que no tengo algún mensaje de Melissa o una llamada perdida. Su rostro siempre me recibe con una sonrisa luminosa junto a la hora exacta en la pantalla.
Cuando sospecho que la llamada nunca llegará desbloqueo el móvil y pulso la galería, paseo por todas las fotos, pero repaso más las del viaje a Inglaterra, las observo con más detenimiento que nunca—es que borracho uno no se fija en los detalles—casi como un análisis.
No mentiré, son unas fotos preciosas que inmortalizarán para siempre el recuerdo de ese viaje. Sin duda ella es también una buena fotógrafa. Los dos nos vemos tan felices, creo que nos hacemos más bien juntos que separados.
Con ese pensamiento logro conciliar el sueño.
Me levanto temprano y hago mi ejercicio de rutina, porque este abdomen marcado y esta figura escultural no se mantiene por arte de magia, y justo ahora no cuento con mi chica para desgastar la energía de las calorías consumidas.
Le indico a Claire que necesitaré que vuelva a prepararme el desayuno temprano, que volveré a la rutina normal, entre comillas, que volveré al trabajo.
Ella se lo toma con mucha alegría, ya que en los últimos días casi no comía nada sólido, me mantuve flotando en alcohol.
Antes de bajar a desayunar recibo esa llamada que jamás llegó anoche y que justo ahora me toma desprevenido. El latido de mi corazón se altera.
Sin más demora pulso responder, me llevo el móvil al oído y me siento sobre la cama.
—Melissa—en este preciso instante se me ocurre que algo malo pudo haberle sucedido, se me hace un nudo en el estómago—¿Estás bien?—inquiero preocupado.
Joder, como es que ayer no se me pudo ocurrir que algo malo pudo sucederle, y yo durmiendo tan tranquilo, y haciendo mi ejercicio igual.
—Por favor dime que estás bien porque si no te juro que...
—Estoy bien Luc. Anoche tuve unos inconvenientes y me fue imposible llamarte—me interrumpe y calma mi inquietud con su voz.
Exhalo. Gracias al cielo está bien.
¿Entonces no me llamó por esos inconvenientes?
—¿Qué clase de inconvenientes?—¿acaso hay algo más importante que hablar conmigo que soy su pareja?, porque yo aún me considero así, con el título de novio-prometido.
—Fui a una fiesta con una amiga—su respuesta se clava en mi corazón igual que una espina, y si conoció a alguien ahí y por eso no me llamó, porque estuvo ocupada con él, ¿acaso cree que esta relación es abierta? ¿Acaso ya no me a...—Y no, no me follé a nadie, sólo pensaba en ti—añade como si estuviera leyendo mis retorcidos pensamientos.
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EL RESPLANDOR EN TU MIRADA © (Nuestras Miradas #3) [COMPLETA✔️].
Romance«Para apreciar la luz hay que conocer la oscuridad» -ANÓNIMO Primera publicación: 22/04/22 Ultima publicación: 26/12/22