Capítulo 11

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Julian Parker

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Julian Parker

Cassiel definitivamente recayó.

Hace poco más de una semana estuvimos en ese punto justo en el que o daba un paso atrás, o se estrellaba contra las rocas al final de una cascada.

Hasta el día de hoy, todavía tenía esperanzas de que se recuperara, pero la manera en la que lo encontré, ya muy tomado y diciendo que no valía para nada, que seguramente me daba asco... definitivamente me destrozó.

Su recaída tiene nombre y apellido: Leo Mirel.

Cassiel me dijo que ese idiota se comunicó con él mentalmente, que al principio no reconoció su voz, pero que no le tomó demasiado esfuerzo sacar a relucir pequeños recuerdos gracias a un moretón que había aparecido en su piel luego de haberse golpeado con una de las sillas del comedor y pronto recordó claramente el sonido de la voz de su antiguo novio.

Dice que se mostró amable, que incluso fue él quien le advirtió la primera vez que atentaron contra su sobrino, pero que luego los recuerdos comenzaron a hacer estragos en su mente, haciendo que todo el dolor regresara a él de repente. me hervía la sangre saber que mi prometido había perdido su paz por una maldita voz.

Y finalmente, recurrió al alcohol para intentar no ponerle atención a todo a su alrededor, para intentar olvidar todo lo triste de esos horribles momentos.

Nuevamente, no lo culpo por ello.

Ese pesar siempre va a perseguirlo, lo sé porque existen heridas que aunque sanen y dejen de sangrar, siempre quedará una espantosa cicatriz que mantenga vivo el recuerdo de los hechos.

Y siempre voy a odiar a ese poco hombre por marcarlo de esa manera.

Nadie merece pasar por algo así y Cassiel es demasiado bueno como para haber tenido que experimentarlo.

Estamos casi todo el consejo, a excepción de mi prometido, reunidos en la sala de juntas. Estábamos intentando decidir si era prudente hacer un movimiento militar en contra de los humanos que no han parado de atacar en las diferentes ciudades del reino.

Había logrado detener la primera revuelta que se ocasionó, pero cada día se desatan más, cada una un poco más violenta que la anterior.

En la última semana se han contado poco más de dos docenas de muertos a causa de peleas en las calles. Las cosas se nos están saliendo de las manos, debemos detener esto.

A pesar de que por ley yo tengo todo el peso de decisión en cosas como estas, a pesar de que tengo la última palabra, no quise tomar una decisión sin antes consultar a los demás.

En esta situación, Claire se opondría rotundamente a este acto de guerra, porque claramente eso es lo que es, y aunque tal vez alborote las cosas, es una decisión, aunque nada sensata, totalmente necesaria y desesperada.

La Unión {Elementales III}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora