Capítulo 8.
El día viernes tardó en llegar, sin Alanna y su café la semana se sintió larga.
Casi todos los trabajadores se marcharon más temprano de lo común y en las oficinas quedábamos unos cuantos.
Este día lo sentí aún más lento que los demás. Miraba cada pocos minutos el reloj, esperando la hora de salida. Tenía bastante trabajo y aunque lo deseara no iba a terminarlo a tiempo, en consecuencia tuve que atrasar mi café de media mañana porque no tenía oportunidad para ir por él. En mi escritorio abundaban los papeles e informes de todo tipo por lo que la mayoría de las veces el día se me hacía relativamente corto.
Observé la puerta abierta, ya nadie pasaba por fuera. De pronto entró Felipe, mi jefe. Sonreía, una actitud extraña y poco habitual en él.
- Hiciste un buen trabajo, Sam. Tu informe fue extraordinario.
- Gracias supongo que al final me merezco dormir.
Ambos nos reímos.
- ¡Felicidades! Tomate lo que queda del día. Vete a casa, celebra y luego a la cama. El lunes te quiero relajada y resplandeciente, te van a presentar a los accionistas.
- Sí, señor. Nos vemos el lunes a las ocho.
Felipe salió por la puerta, tan feliz que nunca lo había visto de ese modo.
En cambio, yo tomé mi bolso y el abrigo colgado detrás de la puerta.
Baje por las escaleras tomándome el tiempo.
Al salir el atardecer se veía lejano, pero cálido en el horizonte, había llegado otoño por lo que, corría una brisa ligera y helada así que me coloqué el abrigo. Evidentemente no era la única que sentía frío ya que por las calles ya se podía ver abrigos de todos los colores y texturas.
Tome el camino largo a casa.
El parque se veía atractivo con todos sus árboles y bancas, pero decidí alejarme y seguir por la calle que empezaba a iluminarse con las farolas.
Atravesé la calle una vez que el semáforo se puso en verde. Mientras caminaba por la acera miré a una vitrina, habían pocas personas dentro y se apreciaba calentito, me detuve y abrí la puerta para encontrarme con el delicioso olor del café recién preparado. Busque una mesa cerca de la ventana y me saque el abrigo para sentarme. Se acercó una chica joven y le pedí un café con leche y galletas.
Mientras esperaba, la noche comenzó a caer. Las estrellas aparecieron en el cielo, tiñéndose de puntos blancos.
Cuando me llevaron el café, me dediqué a mirar la televisión que estaba en una esquina de la cafetería.
La bebida caliente me calentaba el cuerpo y las manos a medida que lo bebía.
De pronto, se comenzaron a escuchar gritos.
Mire rápidamente a la calle y lo que hace solo 5 minutos estaba tranquilo, ahora era un desastre de personas que corrían por todas partes, con verdadero terror tiñendo sus voces. Las personas que estaban sentadas se alarmaron y se levantaron de sus asientos para mirar por los ventanales. Nadie entendía bien qué era lo que ocurría a las afueras del local. Las empleadas se miraban entre ellas y habían dejado de hacer lo que estaban haciendo.
- Buenas noches a todos los televidentes, nos encontramos en Bourbon donde Darkness Ghastly está infundiendo el terror nuevamente en la ciudad. Me informan que se ha aparecido en el puente sur para lanzar un bus al río, sin embargo y gracias a Dios, este país tiene su salvador, Redsmile detuvo la caída y colocó al bus nuevamente en la carretera, salvando la vida de 23 personas que viajaban en de vuelta a sus hogares. Sin embargo, eso no fue todo, Redsmile siguió a Darkness Ghastly hasta el parque ubicado en mitad de la ciudad y se han puesto a luchar. Tenemos las imágenes.
DU LIEST GERADE
Perspectiva
RomantikDarkness Ghastly piensa que todo el mundo esta perdido, incluyéndose. Rodeado de oscuridad y soledad se enfrentará a las mentiras. Un rayo de sol se filtrará en la negrura de su corazón devolviéndolo a la vida. Samanta sabe de dolor y tristeza, pero...