Capítulo 16

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Capítulo 16.

Recibí a Emma durante todo el fin de semana, así que cuando llamó tía Elaine para preguntar por ella, le dije que había roto con Arthur y que necesitaba descansar, razón por la cual no se fue a su casa.

Emma se la pasó entre la cocina y el sofá, a veces la sorprendía llorando en silencio. Prefería dejar sola un momento, porque sabía que no existía mejor remedio para un corazón roto que llorar por un rato.

Mientras que los días junto a Emma eran películas y alguna exquisitez culinaria, durante las noches mis pesadillas se transformaban en lo que a veces parecía la realidad. Eran aterradoramente vividas y el lunes por la mañana pensé en dejar de tomar las pastillas para dormir que me recetó la psiquiatra, porque antes al menos podía despertar, ahora no y eso es algo que me asustaba demasiado.

Cuando entré en la oficina, Valeria me esperaba sentada en su escritorio. Se miraba en un espejo pequeñito, sonrió apenas me vio entrar.

            - ¿Cómo estuvo tu fin de semana, Sam?

            - Estuvo bien y el tuyo.

            - Haciendo planes para las próximas semanas.

            - ¿Te irás de vacaciones?

             - Tal vez.

Hablaba mientras se seguía mirando en el espejo. Solo levantó la mirada para preguntar algo

           - ¿El novio de Emma sigue atendiendo en el Hospital de la ciudad?

           - Supongo.

          - ¿Supones? ¿No deberías saberlo ya que es el novio de tu hermana?

          - No sabía que era la encargada de finanzas del hospital y no del banco. Si quieres saber si atiende, llama tú.

Entré en mi oficina enojada. Valeria siempre ha sacado lo peor de mi desde que llegó. Aun recuerdo que parecía una niña disfrazada de adulta, miraba a todos sin saber que hacer y cuando se equivocaba al inicio todos la entendían por su poca experiencia, pero al parecer no aprendía de su errores y ahora era una molestia para casi todo el mundo.

Emma dijo que iría a trabajar, así que esta tarde debía pasar a almorzar con ella.

Estaba encendiendo el computador para comenzar una nueva semana laboral, cuando el teléfono sonó advirtiendo de una llamada, no alcance a ver de quien se trataba porque en ese momento entraron un montón de papeles e informes que debía firmar y revisar lo antes posible. Por lo que no supe quien intentó llamarme hasta la hora del almuerzo.

Alanna solo llamó una vez y no insistió, seguramente sabiendo que estaba muy ocupada, pero procuraría llamar antes de que se acabe el día.

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Tía Elaine nos esperaba a Emma y a mí sentadas al fondo del local con una taza de té entre las manos. Tenía dibujado en el rostro el enfado contra ambas.

Mi hermana se acercó a recibirme apenas entre, la abracé y ella me pidió el abrigo para dejarlo colgado.

           - Al parecer no le gustó la idea de que mi relación llegara a su fin y no le dijera nada.

           - Ya veo y ¿Por qué está enojada conmigo?

           - Porque me dejaste quedarme dos días contigo y le avisaste terminado el domingo.

           - Nos va a retar bastante, ¿no?

            - Así parece.

Camine hasta el fondo del local y me senté frente a ella, su disgusto era notable

PerspectivaWhere stories live. Discover now