Capítulo 25

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Capítulo 25.

Gire en la cama buscando el calor corporal al que me había acostumbrado durante las semanas pasadas, pero solo encontré el colchón vacío.

Me senté en la cama para darme cuenta que era aun de noche, las ventanas en el segundo piso de la casa de Matthew dejaban ver las estrellas, encendí la tenue luz de las lámparas.

Todavía estaba en proceso de entender lo que Matt me contó hace unos días, mi cabeza giraba y me quedaba un buen rato en silencio repitiendo las cosas una y otra vez en mi mente, hasta que cualquier sonido o movimiento me sacaba de ese trance.

La puerta de la habitación se abrió, dejándome ver a un Matt herido en la cara y vestido con su traje de antihéroe.

Me levanté casi de inmediato y caminé hasta él que se apoyó en mí.

   - ¿Volviste a pelear con Redsmile?

Lo dejé en la cama y comencé a quitarle la ropa. Su pelo tenía unos cuantos centímetros de más y se enredaban en él ramitas de árboles o arbustos.

   - Lo descubrí tratando de incriminarme en un delito, no iba quedarme de brazos cruzados.

Su máscara había intentado ser arrancada pero solo se desprendieron pedazos pequeños.

De la nada, Matthew agarró mi cintura con sus manos y me sentó sobre él. Sus ojos azules desprendían ese halo frío y mortal que asustaba a quien se atreviera a mirarlo. Sin embargo, me tocaba con la mayor delicadeza que conocía. Su cabeza se inclinó sobre mi cuello y aspiró profundo. Sentí que una corriente eléctrica me recorría la columna vertebral. Hacía círculos con sus dedos sobre mis caderas, mientras regaba besos cortos y sutiles en mi cuello.

   - Darkness... Matt... - Mis pensamientos se volvieron poco claros.

  - ¿Mmm?

Él levantó su cabeza para mirarme.

   - Debes ir... a darte... una ducha..

Se reclinó hacía atrás y con una de sus manos empezó un recorrido tortuoso por el costado de mis pechos y parte de mis costillas, el pijama no ayudaba al ser tan delgado.

   - Yo digo que eso puede esperar un momento.

No volví a pensar en nada más que no fuera él.

Apoyé mis manos en su pecho y me atreví a besarlo en los labios que sabían a sangre, tierra y pasto.

Besar a Darkness siempre se sintió como algo prohibido y demasiado tentador pero besar a Matthew era distinto, casi celestial.

Sus brazos me rodearon por completo, acariciando y tirando de mi ropa.

Verlo quitarse su máscara y arrojarla a cualquier parte de la habitación apago mi cerebro y encendió mis instintos por su cuerpo.

Me presioné contra él, anhelando tenerlo sin ropa.

Sin percatarme la parte superior de mi pijama desapareció, sus manos tomaron cada pecho, su boca se unió pronto, deslizando su lengua alrededor de cada pezón y tirando con los dientes.

Mis caderas se mecían sobre su entrepierna.

Lo aleje brevemente de mi y me arrodille frente a él. Matt se tuvo que poner de pie para deshacerse de su ropa.

Su pene quedó al fin libre y lo tomé entre mis manos, acariciando en movimientos lentos intercalando entre abajo y arriba.

Matt sonrió cuando lo acerque a mi boca, primero lo probé con la lengua y un sabor tal vez ácido pero no desagradable me dio la bienvenida. Seguí con la exploración, tentando y degustando con lamidas cortas para terminar acogiendo gran parte de él en mi boca. Mis manos se apoyaban en sus muslos para profundizar mi ataque con los labios. Los gemidos de Matt se intensificaban, sin embargo puso una de mis manos sobre mi cabeza deteniéndome.

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