Capítulo 12.
Me levanté agotada otra vez, mirarme en el espejo del baño cada mañana me costaba más, las ojeras se me marcaban indiscutiblemente debajo de mis ojos. El color tostado de mi piel iba desapareciendo cada día más.
El agua tibia calentó mis huesos, comencé a frotarme con un pañito, mientras el agua caía sobre mi cuerpo.
Las pesadillas se habían puesto peores, no podía sacarme de la cabeza a Redsmile con sus dientes llenos de sangre sonriéndome. Me atormentaba durante la noche, eran distintos escenarios, ya no solo la caída del edificio.
Pensaba en todo eso y más durante el día y no me lograba concentrar en mi trabajo, por lo que más de una vez me llamaron la atención.
Emma estaba preocupada y llamaba todas las noches y las mañanas para cerciorarse de que no había tenido una crisis nerviosa o de pánico. Ya no estaba yendo a comer junto a ella, así que su preocupación era evidente. Ayer pasó por mi oficina y casi se murió de la impresión. Me hizo prometerle que iría esta tarde a almorzar o vendría con tía Elaine a quedarse un tiempo conmigo.
De Darkness tampoco sabía nada. Se desapareció completamente, porque ni siquiera se le sorprendió haciendo algo malo durante estas semanas. Mientras que Redsmile, salió de un hospital exclusivo hace unos días, Darkness le había roto la nariz, la cabeza, un par de costillas y un brazo. Tardó en sanar y para cuando obtuvo el alta, la ciudad se volvió un desastre con asaltos y descontrol por todas partes.
Corría el rumor en la prensa que ya se sabía la identidad de ambos y que Darkness estaba escondido para que la policía no lo apresara. luego de la pelea que armaron a las afueras de la ciudad, nadie quería saber absolutamente nada de ellos, pero la peor parte se la llevó el villano, el odio por él creció sustancialmente.
Mientras que yo me sentía cada día más insegura y ni siquiera podía trabajar tranquila sin sentir la presencia de alguien vigilándome.
Por otro lado, Alanna estaba angustiada, debatía conmigo la última pelea de ambos, pensaba que Darkness se volvió loco, desquiciado. Que solo quería destrucción. Yo no emitía ningún comentario, solo decía monosílabos. No quería preocuparla tampoco, así que la mantuve al margen de lo ocurrido con las rosas y la serpiente.
Terminé de tomarme el café y salí por la puerta de mi departamento. Afuera llovía con fuerza, se notaba por los ventanales del pasillo.
Estaba esperando el ascensor cuando noté a alguien a mi lado.
Era Matthew, que había visto un par de veces de manera rápida durante estos días. Después de haberme salvado junto a Arthur, desapareció al igual que todos.
- ¿Estás bien, Samanta?
Lo miré detenidamente, vestía de traje, camisa blanca, corbata roja y un abrigo negro muy largo, lucía impecable, en cambio su cabello iba desordenado como si se lo tocara a cada momento.
- Sí, lo estoy.
- Parece que no has dormido bien.
- No, duermo bastante bien.
- Hace días que no te veía.
- Semanas mejor dicho. - Lo corregí mientras miraba mis zapatos. Cambie mis tacones por calzado bajo, en caso de que tuviera que correr. Mi nivel de paranoia estaba al límite.
- El trabajo me tiene así, hay días en que no se me ve la punta de la nariz.
- Si entiendo.
- ¿Emma está bien?
- Sí...
Se tocó el cabello, yo suspire. El ascensor abrió sus puertas.
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Perspectiva
RomanceDarkness Ghastly piensa que todo el mundo esta perdido, incluyéndose. Rodeado de oscuridad y soledad se enfrentará a las mentiras. Un rayo de sol se filtrará en la negrura de su corazón devolviéndolo a la vida. Samanta sabe de dolor y tristeza, pero...