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- ¡Más! ¡Puedes hacerlo mejor anciana! ¡Otra vez! ¡Otra vez o no te toca postre! ¡Andale así! ¡Sigue así, que vas bien, Chewy! - Nayeon llevaba fastidiando como por tres horas a Tzuyu y esta solo la intenta ignorar, ¡intenta!, ¡en serio lo intenta!, pero no puede. Nayeon puede sacar lo peor de las personas si quiere.
- ¡Mina! Sabes que soy tu cuñada favorita y como privilegio, ¿me puedes quitar a Nayeon de aquí? - la títere no se molestó en ocultar su indignación y volteó hacía Mina esperando que se negara.
- Eres mi única cuñada, Sally - comentó secándose el sudor de la frente con su palma de la mano con un poco de cansancio.
- Dime quién te preguntó para ir a golpearlo - usualmente Tzuyu no se comporta así, pero Nayeon en serio saca sus peores actitudes.
- Chewy - la llamó y la nombrada prestó atención levemente. Nayeon estaba en su hombro mirándola indiferentemente. La títere la tomó del mentón haciendo que la mirara directamente - Tú no eras así, concéntrate, Chewy, tú no eres así - la nombrada la miró extrañada e irritada.
Nayeon soltó una carcajada bajándose del hombro de Tzuyu para correr hacía Mina y subirse a su hombro pero en igual de molestar, decidió estar calmada viendo como la japonesa terminaba de devolver la tierra al hoyo para pisar la tierra intentando aplanar bien.
- Contigo sí se comporta, cómo no - se quejó Tzuyu.
- Cálmate, Chewy. Solo estaba aburrida y como eres la más tranquila aquí, se me dio la idea de ver si podía hacer que salieras de tu actitud... Debo admitir que me gusta más cuando estás calmada - se sinceró la titere.
- Entonces no molestes - Nayeon llevó una mano a su pecho fingiendo dolor y soltó un grito desgarrador que sinceramente logró aturdir a Mina pero lo ignoró
- Me dueles. Mejor dime cómo se pronuncia tu nombre, nunca me lo he aprendido - Tzuyu se quedó completamente callada sin tener intenciones de contestarle.
- Nayeon, está bien que te diviertas pero ya deja eso y mejor dime; ¿dónde puede estar? Ya acabé con este hoyo - la contraria miró por un momento los alrededores intentando traer a su mente un recuerdo que sirva y negó - ¿No qué?
- No recuerdo más nada - cerró sus ojos en intento y flasheó un poco, lo que vio la hizo tener escalofríos y ponerse nerviosa de un momento a otro.
Mina la miró extrañada de verla completamente tensa en su hombro. Nayeon se sintió completamente tonta e idiota por no recordar eso.
Apuntó a una zona cualquiera con su dedo para tratar de distraer a Mina.
La japonesa tenía un mal presentimiento pero aún así fue al lugar donde apuntó.
Nayeon soltó un suspiro y volvió a él camino que conocía como 'para ir a la cabaña', muy original. No se molestó en devolver las miradas de todas, caminó directamente a la cabaña.
La orden a la que está atada es estar cerca de Mina o de la cabaña, así que fácil pudo ir sin complicaciones y bajó directamente al sótano donde se quedó viéndolo por un rato.
Esas grietas pequeñas que estaban en un rincón, el mismo donde estaban sus muñequeras y el libro junto a las joyas. Miró a todos lados, esperando no ser sorprendida por nadie.
Fue a el rincón y quito la madera, el hueco estaba vacío pero su flasheo no era por nada, buscó en algún otro rincón.
Hasta que se percató de otras grietas en el rincon opuesto, estas daban a entender que eran partes de la madera pero algunas delataban que había otra puerta ahí.
Básicamente corrió hacia eso y, con ayuda de las mismas pinzas que Mina tenía en un estante, se ayudó a quitar esa madera. Esta puerta era mucho más grande, fácilmente podía caber una persona, y Nayeon está sospechando algo.
A duras penas pudo quitar completamente la madera que tapaba la entrada.
Lo único que vio fue oscuridad dentro, no se notaba un fin pero tampoco creía que estuviera tan abajo el suelo. Pegado a la pared había una escalera que se veía un poco vieja pero parecía que se podia usar.
Tapó eso escuchando los pasos de alguien que bajaba las escaleras hacia el sótano, lo acomodó como pudo y se subió a la mesa con rapidez para abrir la computadora y fingir verla.
Mina entró con un poco de sudor y suspirando, ésta misma se sentó en la silla y la sujetó de la cintura para colocarla en su hombro sin decir nada más.
- Ya terminé por hoy, Sana y Tzuyu se iran mañana, Chaeyoung y Jeongyeon igual, así que mañana o pasado continuaré sola - avisó y Nayeon asintió, sabía que probablemente no continuara porque ella ya encontró lo que buscaban.
- Mina... quiero que veas algo que descubrí hoy - Mina se confundió un poco pero asintió - Ve por una linterna o tu celular - Mina tenía ganas de preguntar pero solo se conformó con ir por su celular.
En silencio, Nayeon fue hacia la mayor puerta un poco mal tapada y la abrió dejando ver pura oscuridad en el gran hueco, sólo la escalera era visible y sólo el comienzo de esta.
- ¿Cuándo descubriste esto?
- Hace un rato. Creo... Creo que ahí es, Mina - las dos se miraron con un poco de nerviosismo, estaban concientes que tendrían que averiguar qué sucedería con Nayeon.
Ya estaba más cerca de eso, eso las ponía nerviosas.
Mina, sin decir nada más sabiendo que lo que diga no relajará a ninguna, prendió la linterna del celular y verifico que no hubiesen animales o astillas con las que se lastimara.
Adentró un pie, sintiendo como Nayeon se sentaba en su hombro, y pateó un poco la escalera para ver si soportaba. Al ver que la escalera soportó bien, decidió bajar lentamente.
Era escalofriante, muchas telarañas y algunas arañas llegaron a tocar y eso fue suficiente para causarles escalofríos, algunos escarabajos también habían y se alejaban lo más que podían de ellos.
Logró bajar con éxito, al oscuridad reinaba el lugar y solo bastó apuntar el teléfono hacia en frente para ver lo que Nayeon esperaba desde que Akiko lo hizo
Se quedó totalmente paralizada sin intención de moverse, si tuviera corazón estuviera totalmente acelerado en este momento... Sus amigas están ahí... ellas realmente están ahí.
- Nayeon... las encontramos.
¿Por qué Mina siempre dice lo obvio? No lo sabe pero no le importa en ese momento.
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BEAUTIFUL PUPPET (BUTTERFLY) ☁︎ MINAYEON
FanfictionLibertad. La libertad es un hermoso privilegio para muchos, y un deseo imposible para otros. Pero para todos, es hermosa. Como para una hermosa y encerrada títere. Como para una hermosa y libre mariposa. [ . . . ] "- Puedo ser muy silenciosa si así...