BEAUTIFUL PUPPET (BUTTERFLY) ☁︎ MINAYEON

𝚃𝚛𝚎𝚒𝚗𝚝𝚊 𝚢 𝚞𝚗𝚘 ☺︎︎

ꨄ︎ ت︎ ꨄ︎

El despertar nunca fue tan difícil para Nayeon, ya que desde hace mucho no dormía en serio; el abrir sus párpados para poder que sus pupilas tengan vista fue pesado, sentía que estaba levantándose de un desmayo.

Se sentó como pudo en el suelo de madera dura, posando sus manos por unos momentos en el suelo; estabilizado su cuerpo que extrañamente se sentía cansado.

Sus manos fueron hacia sus párpados los cuales terminaron cerrándose por la luz tan fuerte que no soportaban, aunque ni era tanta. Los talló con sus puños mientras su cerebro procesaba lo que pasaba y pasó.

No tardó mucho en abrir todo lo que pudo sus ojos y miró a todos lados con tanta rapidez que sus ojos dolieron al moverlos a cualquier dirección, no podía importarle menos a la ex títere.

Miro sus manos, sus pies, su cuerpo entero como si en serio se preguntara que si eso era cierto. Con esmero lo tocó; tocó sus manos una con la otra sintiendo la textura diferente a todos esos años y sus dos marcas en sus dos dedos, tocó su estómago plano y suave muy diferente a la madera realista, tocó sus pies sintiendo que estos se le notaban huesos por lo delgados que eran, al último tocó su rostro, no pudiendo mirarlo pero aún así sintiéndolo.

Cuando su cerebro reparó lo que pasó antes que durmiera -desmayara o lo que sea-, volteó hacia todos lados de la habitación.

No estaba en un duro suelo de madera, estaba en una pequeña cama aunque esta no era tan suave como para ser llamada cama, con razón la confundió con el suelo.

Se levantó, notando dos chicas al lado de la cama, ambas sentadas en una silla mientras sus brazos estaban recargados en la cama con su cabeza recargada en ellos.

Nayeon podía sentir su corazón ahora, este latía tan fuerte que temía que se saliera y las dos chicas lo escucharan, aunque este esté emocionado por verlas a ambas. A la cabellera pelinegra que pudo ver su rostro perfilado dormido y a la rubia que escondía su rostro en sus brazos y cabello pero aún así podía reconocerla.

Se movió un poco más a propósito logrando desorientar al rubia que levantó su cabeza de forma adormilada. El sueño se esfumó al ver a su amiga la cual había estado inconsciente por más tiempo que ellas.

Dahyun se abalanzó a la castaña, abrazandola por el cuello y escondiendo su rostro en este mismo, soltando una que otra lágrima que la blusa de Nayeon se encargó de secar 

El movimiento brusco pudo apartar el sueño profundo en el que se había perdido Momo, logrando que se uniera a el abrazo.

- ¿Cuánto tiempo pasó? - preguntó Nayeon en un susurro rasposo, se notaba que era bastante tiempo sin moverse porque su cuerpo dolía y su garganta ardía.

- T-Tres semanas, nosotros despertamos hace una semana - aclaró Momo ya que Dahyun no podía hablar sin que su voz se quebrara.

Momo se separó un poco, aún teniendo su mano en los cabellos de su amiga acariciando la zona. Dahyun no se separó, solo aflojó su agarre pero seguía en el pecho de la castaña.

- Sigues igual de chiquita - comentó Nayeon sacando una carcajada a Momo por la cara ofendida que Dahyun mostró al separarse. La rubia les dio la espalda visiblemente molesta pero aún sonrió cuando la castaña la abrazó por la espalda y Momo reía por el esfuerzo que hacía para verse enojada.

- Tú igual de idiota - Nayeon ahora fue la que la tumbó a la cama mientras presionaba la zona de las costillas para darle cosquillas, Momo reía viéndolas y luego se unió.

Hasta que Nayeon recordó algo importante; Mina... ¿dónde está Mina?. Momo pareció leer su expresión y le sonrió con pena; algo que a Nayeon no le gustó.

Dahyun también lo hizo, dejándola confundida y con el corazón a mil. Era raro para ella el tener un organo que choca a cada rato contra su pecho y más cuando en lo que ha estado consciente pues esta emocionado

- ¿Qué p-... ? - no terminó de hablar cuando la puerta se abrió de par en par, causando que sus esperanzas subieran pero bajaran un poco al ver a otra Myoui, aunque su corazón se aceleró emocionado por la individua japonesa. 

- ¡Despertaste! - exclamó emocionada la japonesa. Nayeon sonrió pero la sonrisa despareció cuando notó lo demacrada que la contraria estaba; ojos rojos, ojeras bien marcadas, parecía más delgada, su mandíbula estaba incluso más marcada dandole aspecto más demacrado a su cara. Sana entendió perfectamente, sabía que no se veía bien... no después de lo que ha pasado - Estoy bien, ¿tú lo estás? - preguntó y Nayeon pudo concentrarse en el dolor de su cuerpo cada que se mueve - Toma esto - dejó una pastilla en la mano de la contraria y un vaso de agua que Nayeon ni sabía de dónde lo sacó

La japonesa parecía incómoda la mirada que Nayeon le daba, ya que la coreana no apartaba su vista de Sana mientras esperaba respuestas de dónde estaba la persona que se convirtió en tan importante en tan poco tiempo.

- Lo verás por ti misma. Toma la pastilla, el agua le vendrá bien a tu garganta - Momo salvó a Sana de una incomoda explicación mientras esta le agradecía en silencio.

Nayeon solo sabía que no tenía un buen presentimiento de todo esto y sin decir nada se paró de la cama pero no pasó un segundo para cuando cayó de rodillas al suelo, posando sus palmas en el suelo para que su cara no diese de lleno con el suelo. El cuerpo le dolía entero, todo le dolia mucho.

Sana no dudó en acercarse a levantarla mientras Momo también la ayudaba y Dahyun tomaba las cobijas para que la acostara pero Nayeon no quería acostarse de nuevo. Quería ver, sí o sí, a Mina.

Que le dijera que todo está bien, que ahora siguen juntas, que es bonita de todas maneras, que la quiere con ella, que ahora todas están bien mientras estén juntas... Solo quería a Mina.

- Nayeon, la verás en un rato; tus extremidades deben doler y no soportarán nada - la castaña no quería quedarse pero aún así, con su cuerpo doliendo, se dejó llevar a la cama y respiró tratando de calmarse.

- ¿Dónde está? - preguntó mientras Momo se sentaba a su lado acariciando su cabello.

- Está dormida - para la castaña no pasó desapercibido la mueca que Sana hizo al escuchar esa frase, simplemente no entendía lo que pasaba.

Se notaba que esa frase escondía algo que Nayeon quería saber, que tenía la desesperación de saber.

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Para hacerlos sufrir
quería a alguna muerta
pero pues se salvaron.