Tengo Miedo a Perderte

XIV. Un hermoso cumpleaños

—Fue hace mucho tiempo, ambos fuimos asesinados por la misma mujer, el pueblo estuvo a punto de asesinarla, pero esos encantos de bruja conquistaron a todos para dejarles otra oportunidad...—Me respondió Marcus.

—A mi me quitó la vida acuchillando mi corazón y él murió siendo acuchillado hasta morir...—Las lágrimas brotaron de sus ojos.

—Lo siento, no era mi intención... —Me disculpé.

Sin embargo, Marcus me tomó del brazo.

—No pasa nada, es solo que hace mucho no teníamos amigos o...alguien con quien hablar de todo eso. —Me confesó Winter.

—Entiendo, gracias por estar aquí, nos veremos luego...

De pronto, en el reflejo de un arroyo observé a Jimena durmiendo plácidamente en la cama.

Me sumergí en sus aguas y salí transformado en un fantasma en la habitación de Jimena. Comencé a flotar y me acerqué a su lado.

—Te amo tanto...—Musité.

La besé en el cuello lentamente mientras su sonrisa se volvía más intensa y amplia.

Diario de Jimena, esa misma noche.

Luego de haber vuelto a mi cuerpo físico, me quedé dormida por unas horas, hasta que... súbitamente sentí a alguien que me acariciaba y besaba lentamente.

Sentía sus labios invisibles, pero no me atrevía a darme la vuelta.

—Te amo tanto...—Suspiró esa voz...

—Lobito...

Un suave jadeo brotó de mis labios mientras notaba como mis dedos mojados estaban bajo la pijama.

"Dios mío, que estoy haciendo, ¿por qué me gusta tanto?" Pensé.

Sentir sus besos en mi cuello hizo que metiera mis dedos bajo la entrepierna y me abriera la camisa para tocar mis pezones.

Al hacerlo, me consumí en el éxtasis de un orgasmo mientras mis pantaletas se mojaban.

—Gracias por estar a mi lado, lobito...—Le dije en voz baja mientras lo observaba.

—No hay de qué...—Desapareció por la puerta.

Unos instantes después me quedé dormida viendo los planetas y estrellas debido a aquella experiencia hasta que amaneció.

2 de noviembre 19...

Desperté con desilusión, hace mucho que no festejaba mi cumpleaños, y no me hubiera esperado, sino hubiera sido por mi hermoso lobito...

Me habló mi madre adoptiva con una sonrisa.

—¿Qué sucede, mamá? —Le pregunté con seriedad.

—Yo... sé que nos hemos comportado muy mal contigo, sin embargo, te estamos intentando proteger de cómo es su familia, son asesinos, y no quiero arriesgarte, yo te amo con mi corazón, pero ellos me dan miedo...—Me confesó mientras se sentaba a mi lado.

— ¿Por qué no puedo disfrutar mi vida con ese chico, si es tan bueno conmigo? —Volví a preguntar.

Me acarició las mejillas.

—Créeme que si por mi fuera, los dejaría, ambos hacen linda pareja, pero tengo miedo de te haga lo mismo su madre, te encontraré una gran pareja, no te pongas triste, por cierto, feliz cumpleaños, te traje esto...

Nos dimos un fuerte abrazo mientras ella me daba una caja misteriosa.

La abrí mientras ella salía del cuarto.