Ambos.
De pronto, una luz plateada brillante apareció en la ventana, despertándonos de golpe.
Una mujer bajaba desde el cielo como una especie de ángel.
—¿Quién es usted? —Preguntamos simultáneamente.
Era una mujer muy hermosa con sus cabellos que parecían hilos de plata y transmitían una paz distinta.
—Vengan conmigo...—Habló con una voz tan dulce—es hora de jugar en mi jardín de las sombras.
Aquella voz tan hermosa nos llamaba como el canto de una sirena al marinero distraído.
¿Qué nos atraía?, ¿A dónde nos atraía?, eran algunas de las preguntas que nos hacíamos.
Comenzamos a flotar en el aire directo a la luna, en la cual se abría una especie de portal.
Era un hermoso campo lleno de nuestros mejores sueños, un lugar donde podíamos ser lo que quisiéramos.
—Bienvenidos al mundo de los sueños, yo soy la reina de este lugar...—Aquella mujer habló con esa voz tan suave y encantadora.
—¿Por qué estamos aquí? —Le preguntó Jimena.
—Este es el lugar donde ustedes pueden reunirse noche a noche, pero antes de que continuemos, debo comprobar algo en su interior...
Tocó nuestras manos.
Por un momento nuestros ojos quedaron en blanco y luego volvieron a la normalidad.
—¿Qué pasó? —Preguntamos.
—Ustedes son hijos de personas muy relacionadas con el mundo de los muertos, por eso ambos se convierten en fantasmas cada vez que la luna llena se asoma en el horizonte.
Nos transportó a un hermoso río.
Tomó dos piedras de aquel lugar y las tomó por un momento en sus manos.
Aquellas manos brillaron con intensidad y al abrirlas, se transformaron en amuletos con la forma de la luna.
—Esto les permitirá viajar entre el mundo de los sueños y la realidad, si lo usan a una hora temprana, podrán volverse fantasmas sin la necesidad de la luna llena—nos respondió amablemente—, pero tengan cuidado, su poder es muy embriagante y si no saben ponerlo bajo control, les hará perder la cabeza.
—Lo entendemos, gracias por este hermoso regalo...—Agradecimos mientras subíamos a lo alto de un árbol que a deseo nuestro se transformó en una enorme casa del árbol completamente funcional.
Jimena me tomó de la mano y comenzó a llorar.
—¿Qué sucede, mi amor? —Le pregunté dulcemente mientras la abrazaba.
—Me hace falta tu calor en mi cama, abrazarte y sentirme acompañada...—Rompió en llanto mientras la consolaba.
—A mi también me haces mucha falta, no sabes cuanto he llorado por ti, pero siempre te voy a mirar desde el otro lado de la granja, eso calma demasiado mi alma.
—Te amo tanto, Lobito.
—Yo también te amo, mi dulce Marigold...
Nos fundimos en un tierno y profundo beso en los labios.
Estábamos solos en aquel lugar y aquello nos ponía alegres.
—¿Qué te parece si despertamos y vamos a los campos a ver las estrellas? —Le pregunté mientras volábamos abrazados cerca de la luna.
—Gracias, señorita de la luna, por este regalo, ahora tenemos que irnos...—Mencionamos al unísono.
—Llámenme Luna, y cuídense mucho. —Respondió con aquella voz angelical.
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Tengo Miedo a Perderte
RomansaDaniel Martinez, es un hombre sumido en la tristeza al descubrir que el amor de su vida tiene Alzheimer y poco a poco lo va a ir olvidando. Sin embargo, esta curiosa pareja tiene un secreto sobrenatural... ******************* Ella ha escapado de var...