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—¿Quien es la persona más hermosa del todo el universo mundo mundial y todo lo existente en esta galaxia?— Rindō abrazó por la espalda a su Omega, dejando ambas manos reposadas en su vientre, echando un ligero vistazo al espejo frente de ambos

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—¿Quien es la persona más hermosa del todo el universo mundo mundial y todo lo existente en esta galaxia?— Rindō abrazó por la espalda a su Omega, dejando ambas manos reposadas en su vientre, echando un ligero vistazo al espejo frente de ambos.

—Yo no...— Murmuró apenado, se sentía horrible desde que su abultado vientre tomó protagonismo de su imagen, sintiéndose miserable cada vez que observa su reflejo.

Se lamentaba de su apariencia ¿Dónde quedó el vientre plano y semi marcado que alguna vez tuvo? ¿Sus piernas finas y esbeltas de muslos anchos y apetitosos ya no volverían a ser como antes? Hizo un puchero con sus mejillas, estaba al borde del llanto por sentirse melancólico y triste.

Rindō no dudó en tomar la punta del espejo de pie y tirar hacia abajo con tal de dar vuelta el cristal y que el menor ya no siguiera sintiéndose mal.
Le hizo dar la vuelta y con cuidado volvió a abrazarlo, no sin antes asegurarse de dejar escapar por el ambiente sus feromonas, siendo estas el soporte emocional que podría entregarle a su Omega en cinta.

Besó su frente un par de veces y no sé cansaría que de repetir una y otra vez las verdades que tiene hacia su chico.

—Estás muy hermoso hoy, cariño.— Susurró en su oído.— Jamás en mi vida creí que amaría tanto la apariencia de un chico en cinta... Eres hermoso, tan lindo y precioso cargando a nuestro cachorro en ese saludable vientre.— Cosquilleó en su oreja, con la única intención de arrebatarle una risita con éxito.

—Eres un cursi.— Musitó.— Estás mucho más cariñoso y necesitado de atención que antes...—

—Estás a dos días de dar a luz, siento el aroma de mi cachorro por todos lados ¿Cómo crees que me siento?—

—¿Tienes la maleta en el auto?— Elevó su rostro, tomando entre sus manos las mejillas de su mayor.—

—Claro que sí amor, tengo todo preparado en caso de que las cosas se adelanten.—Hizo pucherito, inflando ambas mejillas, tratando de recibir el mayor cariño posible.

—¿Quieres mimitos un momento? Si fueras un perrito, tendrías tus orejitas hacia abajo y la colita entre las patas... Y sé que eso significa falta de afecto.—

—Quiero tus mimitos todo el día...— Besó ambas manos del peliazul, adelantando su cuerpo con tal de abrazarlo con cuidado.— Estoy tan feliz que si fuera un perro me tiraría y daría vueltas con la pancita arriba.—

—Hazlo en la cama ¿Bien?—

(...)

—Está muy tranquilo por suerte.— Ran acariciaba los rizos de su cachorro, viéndolo casi dormido alimentarse del pecho del omega.— Es un chico muy lindo...—

—Claro que lo es, es hijo mío después de todo.— El pelinaranja sonrió tenue, besando de forma corta la frente del pelimorado.— ¿Ya terminó tu reunión online?—

—Así es, Rindō no pudo asistir, así que fui en su nombre...— Se encogió de hombros.— Ese idiota... Al fin será papá.—

—Lo mismo puede decir de tí, ya eres papá, Ran.—

—Y un papá increíble...—

—¿Cómo crees que sea de grande?— Levantó su cabeza, viéndole con curiosidad.

—Probablemente como tú pero rubio y de ojitos púrpuras.—

—¿Será tranquilo?—

—Amorcito, creo que estás muy nervioso por el futuro, disfruta el presente con nuestro recién nacido.— Hizo una pausa, besando de forma corta los labios de su Omega.— Probablemente a futuro desearás tenerlo contigo como un cachorro nuevamente.— Se puso de pie a un lado del sofá, viendo con cariño al pequeño alimentarse.

—Supongo que tienes razón...—

Pero Ran seguía viendo al menor, hizo un sutil mohín con sus labios, parecía pensativo al dejar dos de sus dedos acariciando su mentón, como si algo le perturbara o molestara.

—Hm... Oye, creo que es suficiente.— Trató de apartar al pequeño del seno.

Pero la acción le hizo fruncir el ceño con gracia al ex-Kawata.

—Ran Haitani ¿De verdad estás celoso de un cachorro?—

—Ese par eran míos en primer lugar...—

—Ahora son de tu cachorro...—

—Ryuto sabe compartir ¿Verdad?—

—No, no sabe aún, déjalo comer...— Estaba algo agraciado con la situación, pero claro que no lo demostraría, sólo dejó escapar una sutil risita.— Ve a prepararle el baño, está anocheciendo y quiero que duerma limpiecito.—

—Ya voy amor.—

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Perdón por el capítulo re corto. Lit esto es relleno xd.

Ya quedan como dos capítulos y algunos especiales;)

Fruit [ Haitani x Kawata ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora