Todo pasó tan rápido que no sabe cómo terminó tirado a un lado de la carretera amarrado de manos con el labio roto, un arañazo en su mejilla y una punzante herida en su cabeza.
Aún seguía en shock, su herida ardía y el llanto no tardó en aparecer, no era tarde, el sol aún no se escondía pero aún así su ubicación no era fácil de ver por un automóvil.
Soltó el sollozo inicial para luego romper en llanto, estaba muerto de miedo y en shock por lo que acababa de pasar.
(...)
Rindō se sentía inquieto, como si sus entrañas fueran apretadas con una mano, suspiraba constantemente y la sensación de que algo horrible estaba pasando no lo dejaban trabajar en paz.
Tecleaba mal y los informes dejaban de tener sentido o un léxico coherente.
Se apartó de su silla y tomó todo el aire que pudo para expulsarlo.
La pantalla se iluminó, un mensaje había llegado a su móvil.
“Papá:
Invité a Sayami a cenar con toda la familia ¡Deja de hacer horas extras! Sé que te esfuerzas pero toma un descanso... Te esperamos, hijo.”
Ahora a parte de preocupado y angustiado se sentía exasperado.
Le extrañaba que Souya no le hablara en todo el día, entendía que estaba ocupado con asuntos escolares pero también necesitaba de su atención.
Revisó el chat, habían mensajes que nunca había leído, es más, nunca habían aparecido en sus notificaciones.
Su teléfono permanecía en silencio la gran parte del tiempo pero lo revisaba constante para ver si le había hablado o algo.
Por algún motivo las cosas empezaban a calzar un poco.
Llamó desesperado al menor pero no tenía respuesta alguna.
El nudo en su vientre se volvió desesperante.
No contó las veces que llamó al menor, pero fueron tantas que cuando recobró conciencia ya estaba en la carretera.
¿Por qué en la carretera? No entendía, era como si su interior le hubiera dirigido ahí, su instinto le exigía ir por ahí.
Su pecho latía rápido y de un momento a otro el olor a Arándanos con chocolate se sentía envolvente.Frenó de golpe y casi derrapando para doblar tomó la salida del camino para bajar al terreno baldío. Su nariz sólo se centraba en seguir el aroma dulce que tanto ama, como si trazara la ruta hasta un par de metros más allá.
Tuvo la necesidad de detenerse y sin dudarlo lo hizo, apagó el motor y sacó la llave, bajó del vehículo y nuevamente marcó su número.—Souya... Bebé...— Murmuraba, quería llorar de la desesperación.
Una música tenue se oía un par de metros abajo. Volteó a ver, había una pantalla brillando y movimientos en un par de arbustos.
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Fruit [ Haitani x Kawata ]
FanfictionAU Omegaverse { Su primer encuentro no fue el ideal, fue desastroso. Pero el embriagante olor a frutas quedó impregnado en su memoria y corazón }