El plan de Nahoya marchaba a la perfección, no intercambiaron demasiadas palabras en el trayecto, es más, cada quien con su hermano fue suficiente.
El alivio los inundó al momento que varias calles les eran familiares, Nahoya sonrió y apretó animado la mano de su menor.
Pero algo los perturbaba; las constantes miraditas hacia atrás y esos cuchicheos con risitas bajas.Ran les observaba constantemente con el fin de que no escaparan sin antes cumplir su parte del trato y en serenidad avanzaba por la plaza a unas cuantas calles de la residencia de los gemelos. Pero la realidad era otra, estaba desconcertado y confundido, una extraña sensación le bañaba desde que vió al pelinaranja. La situación era completamente similar a su hermano, quien también se notaba un poco tenso por el "niño azul lloron".
El gran reloj de una de las calles anunciaba las 2:36 AM.
Apenas antes cruzaran y doblaran a la esquina que correspondía a su calle Nahoya se detuvo en seco.
—Oye, niño de las trenzas.— Habló en voz alta.— Hasta aquí está bien....—
Ran y Rindō voltearon a verle, ambos con una sonrisa baja y de manera conjunta se acercaron a los gemelos.
—Bien, vacía lo que tengas...—
Nahoya sólo les entregó un pañuelo sucio con las lagrimas y mucosidad de cuando estuvo llorando por no encontrar a su hermano, y Souya sólo pudo entregarles 120 yenes (1 dólar)
Nahoya no era tonto, sabía lo preocupada que podría ser su madre.
Lo veía en verdad, el bajoresplandor azul y rojo de los carros de policía.
Ran frunció el ceño por la estupidez que le fue entregada y antes de estampar su puño en el rostro del pelinaranja éste soltó un grito pidiendo ayuda. Quedaron estáticos por un momento y en alerta. Pero al no ver respuesta se alivió de que no llamaran la atención, pero no tenía mucho tiempo, algún vecino saldría en cualquier minuto. Gruñó bajo y junto a Rindō quién tomó a Souya de la polera y él a Nahoya ya estaban listos para darles la golpiza de su vida.
Las luces se hicieron más intensas y el ruido corto de una sirena alertó a ambos preadolescentes, quienes con rapidez les soltaron y empujaron para poder huir del lugar y esconderse a como de lugar, un mes más en la correccional no estaba en sus planes.
Los policías no alcanzaron a ver a la dupla de jovenes y sólo se encargaron de ir por los niños que aún permanecían tendidos en el suelo.
Su madre corrió al lado de los uniformados y con lágrimas en sus ojos y un llanto imponente y ruidoso se lanzó a sus brazos, tanto como ellos a los de ella.
Aún así del castigo no se salvaron.
(...)
6 años después.
(...)
Souya se sentía desesperado, su cuerpo se incendiaba pero no había rastro alguno de fuego, de su parte baja sólo sentía la humedad que ya chorreaba sus muslos y un lloriqueo bajo apenas audible era todo en su habitación.
A pesar de ser gemelos el celo de Souya llegó mucho después que el de Nahoya, increíblemente después de 2 años.
El peliazul se mantenía encerrado en su cuarto esperando que el incómodo ciclo pasara. Su madre se negó a darle algún tipo de supresor, quería que su pequeño Omega viviera bien su primer proceso natural.
Nahoya sólo se aburría sin su hermano, él por suerte tenía tiempo antes que iniciara su ciclo, pero aún así se sentía mal por el menor, su primer celo fue un poco peor, puesto que su juguetón y atrevido caracter iban de la mano con sus deseos, se ahogaba y no tuvo más remedio que autocomplacerse para apaciguar lo doloroso que se sentía.
Si mal no recuerda es ya el cuarto día en que el menor se siente así, es raro, su celo tan sólo duraba tres días a comparación de lo que está llevando el peliazul.
Bufó molesto y se tiró aún más en el sofá, desparramándose, su madre aún no volvía del trabajo y por respeto a su hermano se mantuvo en casa para cuidarle, traer a alguien a casa no sabía si era buena idea del todo, su amigo más cercano era un Alfa y lo que menos quería era que desatara su naturaleza por el dulce aroma de un omega en su primer celo.
Hakkai tampoco estaba en sus planes, otro Alfa a fin de cuentas...
Cayó al sofá, y girando por la alfombra tomó el control de la televisión y encendió su PS3.
Oyó la puerta del cuarto de su hermano abrirse, de inmediato se puso de pie y asomó en las escaleras.
—¿¡Todo bien!?— Exclamó.
Un suave "Sí" se escuchó.
Luego la presencia del chico apareció, estaba rojo y su cabeza sentía que explotaría. Sus ojos brillaban y nuevamente traía otro bóxer distinto, probablemente el anterior ya estaba totalmente húmedo.
—¿Necesitas algo?— Habló en tono suave, viendo que su hermano menor iba bajando lento las escaleras.
—Necesito agua...— Murmuró.
Nahoya se apresuró en ir a la cocina y tomar un vaso de agua, llevándoselo al peliazul quien ya estaba en el sofá.
Bebió desesperado y extendió el vaso, pidiendo más.
—¿P-por qué esta estupidez dura tanto?— Jadeó.
—Te estabas tardando en manifestar tu celo, mamá ya estaba asustada de que fueras infértil.—
Souya sonrió débil y desvió la mirada, recibiendo el cristal con agua, bebiéndolo.
—Perdón por tenerte aquí encerrado cuidándome.—
Nahoya negó con la cabeza y su sonrisa se volvió más sincera.
—Debemos cuidarnos entre nosotros, es más, me pone feliz ser quien cuide de ti en este proceso tan importante.—
—G-gracias Nahoya...— Dejó su vaso a un lado y cerró sus ojos.— Al menos siento menos calor que hace un par de horas...—
—¡Entonces debes estar por terminar tu ciclo!—
—¿Cuánto falta para el tuyo?—
—Eh... Creo que un mes y medio...—
—¿Aún nada con nadie?— Murmuró un tanto juguetón.
Nahoya negó entre risas bajas.
—No tengo tiempo para esas cosas...—
un voto se agradece 🍈
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Fruit [ Haitani x Kawata ]
FanficAU Omegaverse { Su primer encuentro no fue el ideal, fue desastroso. Pero el embriagante olor a frutas quedó impregnado en su memoria y corazón }