De cara al suelo entre sollozos, su labio temblaba y sus rodillas ardían tanto como las palmas de sus manos, se esforzó en no soltar el llanto, pero el susto y el dolor bastó para que un sollozo bajito escapara de su infantil voz.
Estaba perdido desde hace un buen tiempo, salió con su hermano al arcade, pero él simplemente corrió interesado en algo, el pequeño peliazul intentó seguirle el ritmo, pero la poblada vereda y su torpeza en las actividades fisicas acabaron por tenerle cansado intentando adivinar qué calle tomó su hermano.
Su instinto apestaba y sólo optó por correr hasta quizá encontrar pizca del aroma frutal de su gemelo.
Pero al final fue en vano, corriendo minutos cayó en cuenta que no tenía la más mínima idea de en dónde se encontraba. Era un barrio vacío y bastante limpio a lo que acostumbraba ver, la gente vestía formal y los hombres cargaban maletines y teléfonos plegables en sus manos.
Se empezó a preocupar, jamás en su vida había estado ahí.
Su ceño casi siempre molesto ahora denostaba preocupación y miedo, miraba errático cada rincón de su alrededor en busca de alguna pista de su hermano o algo que le ayude a volver por donde vino.
Aún con su marcha sin rumbo aparente fué a parar a un parque infantil vacío. Titubeó un poco, pero quizás en un lugar así Nahoya pueda ser capaz de encontrarle más rápido.
Emprendió camino y aún un tanto inquieto se sentó en uno de los columpios, esperando quizá hasta cuando que su hermano pueda encontrarle en esa ciudad tan grande y poblada.
A su mala suerte el otoño estaba dando las primeras señales de su llegada, la tarde estaba fresca, el viento abundaba y las hojas apenas tomaban colores ocre. Desvió la mirada a sus rodillas, algunas curitas de colores decoraban sus blancas piernas y curaban sus heridas típicas de infante.
—Nahoya no vendrá...— Murmuró para sí, estaba solo y asustado en un lugar que jamás en su vida ha visto. Una pequeña lágrima cayó por su mejilla puesto que su desesperación avanzaba a la par el sol se iba escondiendo.
En su mente sólo permanecía el insoportable pensamiento de que tendría que probablemente pasar la noche afuera, tenía miedo de los adultos ¿Y si encontraba al incorrecto al cual pedirle ayuda? Mamá siempre le dijo que no debe hablar con desconocidos y no quería desobedecerla a pesar de la circunstancia.
Los primeros focos urbanos se encendieron, los de la calle y los brillantes letreros de los locales comerciales alrededor. Suspiró nervioso, odiaba sentirse así, demasiado.
Se levantó del columpio y cubrió sus brazos con sus manos, abrazándose del frío que empezaba a helarle la piel.
Supuestamente ya debería estar en casa con su hermano y madre disfrutando del calor de su hogar y el sabor de las galletas que dijo prepararía después de su salida al Arcade.
ESTÁS LEYENDO
Fruit [ Haitani x Kawata ]
FanficAU Omegaverse { Su primer encuentro no fue el ideal, fue desastroso. Pero el embriagante olor a frutas quedó impregnado en su memoria y corazón }