Akemi...
El profesor estaba explicando cómo se resolvía algunas ecuaciones matemáticas, mientras que yo estaba tratando de que Akemi me haga caso, el sólo tenía sus ojos posados en la pizarra y escuchaba cómo el profesor explicaba paso a paso cómo resolver el problema.
Verlo serio y prestando atención era muy lindo, sus ojos azules relajados, sus labios que se veían esponjosos y rojos, su rostro... El era muy lindo.
Puse mi brazo en el pupitre y luego recosté mi cabeza por ella, mire de reojo a Akemi y luego puse atención a lo que quedaba de la clase, pues la clase solo dura una hora catedra. Tenía hambre y un poco de sueño, cerré mis ojos inconscientemente, empezé a imaginar cualquier cosa que pasará por mi mente en esos momentos, osos con tutus bailando cachaca, mi papá y mi tío paniqueados porque se le está quemando la cocina.
Dato curioso: mi papá y li tío Ran no saben cocinar, por lo que siempre comemos la comida de la señorita Mari.
Otro dato curioso: la señorita Mari es la mucama de la casa, se encarga de cuidar mi alimentación y se asegura que duerma bien mis ocho horas.Sonreí inconscientemente y sentía cómo mi cabeza se iba para atrás del sueño, escuché cómo el profesor carraspeaba, habri mis ojos y me encontré con los ojos del profesor.
Estaba enojado.—Señor Haitani.. usted cree que es correcto dormir en mi clase, además siendo este su primer día?— dijo y tods mis compañeros me vieron, algunos reian y otros solo me miraban como si tuviera algo de interesante en mi cara.
—Yo...— la voz no me salía, me daba miedo hablar, me sentía presionado a hablar cuándo claramente no quería.
—Profesor... Lo siento mucho por interrumpir su charla..— dijo de repente Akemi — pero tengo una duda con el ejercicio número dos..— vaya al menos alguien que presta atención.
Por un momento el profesor olvidó todo y se dirigió hacía Akemi, se agachó un poco y empezó a explicarle a Akemi el ejercicio, suspiré aliviado y de inmediato mire mi hoja pues estaba a riesgo aún de que me pregunté algo.
Con una mano aparté los mechones de pelo que tenía en la frente mientras que tomaba mi lechita de uva, me encontraba en el patio del colegio era un lugar muy lindo para estar si no fuera por que todas las chicas me estaban mirando, y no es que sea creído ni nada pero parecía que lo fuera con todas las chicas mirándome y los hombres mirándome con cara de furia, cómo si les robe algo.
Me levanté de la banca dónde estaba sentado me dirigí a un bote de basura que para mi mala fortuna estaba al lado de un grupo de chicos, especialmente de los chicos que me estaban mirando con odio. Al sentir sus miradas frías y desafiantes sobre mi decidí hablarles.
—Por qué me miran haci?...— me tomé una pausa y ví cómo un chico de estatura promedia iba a hablar pero lo interrumpi— si me vas a declarar tu amor prefiero no escucharte— dije y giré sobre mis talones para irme de ahí, escuche bastantes risas mientras caminaba hacía mi clase.
Al llegar al salón de clases escuché cómo alguien estaba cantando, la curiosidad me llegó y decidí entrar al salón y ahí estaba el chico más lindo de mi clase Akemi...
Sus ojos eran hermosos, su pelo castaño claro era demasiado lindo, su pelo era medió ondulado, a mi vista Akemi era el más lindo de todos. Carraspee un poco para llamar su atención y lo logré porque rápidamente el dejo de cantar y giró su cara para mirarme avergonzado.
—N-no... no le dijas a nadie que me escuchaste cantar— dijo un poco tartamudo, sonreí de lado y me acerque a él.
—Claro... No se lo dire a nadie, pero...— dije mientras me paraba frente de él, me miró dudoso y yo sonreí de lado, acerque mi cabeza hacía la suya haci cortando nuestra poca distancia— tienes que comprar mi silencio...— susurre a su oído.
Akemi trago secó y luego giró un poco su cabeza haciendo que mi rostro y el suyo estuvieran a punto de tocarse, sentía su respiración agitada, de repente el logró ponerme nervioso mi respiración estaba agitada de la nada, me empezó a temblar las manos. El al verme en esa situación que me estaba aturdiendo sonrió de lado.
—Oh... Creó que no... Se hará lo que yo digo..— me susurró al oído en un tono egocéntrico y egoísta, hizo que mi piel se izara, trague duró. El se levantó de su silla y luego caminó hacía la puerta y antes de salir dijo— nos vemos después en la salida, más te vale espérame o sabras sus consecuencias— dijo en un tono serio que me dió miedo.
Luego de que el se fuera me senté en mi silla y aún seguía muy aturdido, mi corazón iba a mil por hora, sentia cómo mis mejillas estaban más rojas de lo normal, mi respiración no se igualaba por nada del mundo, sentía que me iba a morir, esa sensación en el pecho no sabía que era, era cómo una mescla de emoción y vergüenza? No sabía si era normal o no pero esa sensación nuevo no le agradaba del todo. Suspiré profundo y saque mi libró de castellano para completar las páginas, prácticamente era medió libro lo que tenía que completar porque falté mucho tiempo.
Estaba guardando todos mis útiles a la velocidad de la luz o de flash, estaba con miedo, por otro lado Akemi estaba tan normal cómo si ni siquiera el fuece a amanazarme, con el simple echó de que se siente a mi lado me daba miedo, en que momento de la clase saque quinientos cuadernos o ochocientos lápices, nunca se guardaban todos mis útiles parecían interminables.
Al terminar de guardarlos puse mi mochila en uno de mis hombros y salí corriendo, escuché cómo Akemi me gritaba algo pero me daba tanto miedo que ni caso hice y salí corriendo, al llegar a la entrada y salida del colegio, encontré al guarda espalda y chófer de mi papá, me hacerque a el con la respiración echa bolsa el me habrío la puerta del auto sin preguntar nada y entré, le senté y me puse el cinturón de seguridad, suspire aliviado y miré la ventana y allí estaba...
Akemi...
Holisss
Cómo estan?
Espero que bien xd, pero por no haber actualizado pero estaba demasiada ocupada y pronto se acerca mis exámenes sumativos y que paja la verdad xd, bueno esperó que les guste este capítulo y nos vemos en otro capítulo ^^
Baiss los amooo
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𝙷𝚞é𝚛𝚏𝚊𝚗𝚘/𝚁𝚒𝚗𝚍𝚘𝚞 𝙷𝚊𝚒𝚝𝚊𝚗𝚒
FantastikRyo un niño que quedó huérfano a los 3 años, luego de que su mamá haya decidido suicidarse, cuando cumplió los 13 años decidió buscar a su verdadero padre solo por curiosidad, pero no tenía en cuenta que su padre era una persona muy conocida en los...