capitulo 39- peligro

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Después de una larga noche sin poder dormir, Elena ya está lista para ir al puerto y poder hacer el viaje a África junto con los demás .

-¿¡Chicos , ya tienen todo!? - preguntó Cris, llevando su valija y la de su nieta al comedor.

-¡Si , ya está todo! - gritó Teo.

-¡Falta mi diario! -gritó Meligros.

-¡Nosotros lo dejamos arriba de la mesa! - respondió Liz. 

Cuando Meligros encontró su diario soltó un gritó muy asustada que alertó a los demás.

-¿Qué pasó? - preguntó Dante.

-Quédense acá, yo voy a ver - respondió Elena susurrando. Ella caminó hasta el comedor y se asomó por la puerta que da a el comedor y encontró a Meligros completamente paralizada frente a un hombre del Gobierno de Noruega que con una de las máquinas que parecía una escopeta le apuntaba a Meli y con el que parece una picana en la otra mano hacía un movimiento , como si quisiera grabar todo en la habitación .Él se quedó callado hasta que apuntó a donde estaba Elena .

-Buenas tardes, Elena -dijo el señor.

-Elena le susurró a Liz, que estaba atrás de ella que se vallan al puerto , que después ella y Meli los iban a alcanzar. Lizbeth algo Indecisa les dijo eso a los demás, quienes salieron por la ventana de una de las piezas. 

Teo y Dante salieron pero no sin antes darle a Elena dos miradas de preocupación en sus caras.
Elena salió y decidió enfrentarse, de alguna forma, a aquel hombre.

-Tranquila Meli, vamos a salir de esto.

-¿Eso piensa? - Le respondió el hombre de cara seria y cabeza calva.

-¿Puede escucharme? -Preguntó Elena confundida.

-Si, déjeme presentarme, me llamo Horacio y soy el director del laboratorio donde tengo a tus abuelos y cada tanto hago una visita a tu casa donde tus papás están viviendo un infierno -Dice finalizando con una sonrisa llena de maldad.

-No me importa quién es usted - dijo Elena sumamente enojada mientras que Meligros parecía una estatua.

-Me imaginé que ibas a decir eso, Elena, solo tengo una duda ¿a donde van y que van a hacer? 

-Lo que hagamos o a donde vamos no es de su incumbencia.

-Ahí es donde te equivocas, la cosa es así, necesito estudiarlos a vos, a tus hermanos y a los que son  como ustedes .

-¿Para qué? 

-La evolución humana, ustedes son únicos y quiero ,simplemente, compartir sus dones con el mundo.

-Si tanto quiere eso lleguemos a un acuerdo.

-Soy todo oídos .

-Deje que Meligros se valla y dele su diario .

-No creo, este diario es importante y ella también.

-Ella no tiene nuestros dones, es una persona normal y ese diario es lo último que su abuela le dejó antes de morir.

-Bien, a ella puedo dejarla ir, pero el diario no.

-Usted no lo necesita, ya tienen el mío.

Horacio lo piensa un momento -Es verdad, tome señorita - dice mientras le da el diario a Meligros- A ella le voy a dar cinco minutos para que se valla.

-Meli, ya sabes a donde ir -Le dice Elena.

-Meligros se fue corriendo con el diario en sus manos.

-Bien, ahora si me disculpa, tengo que irme -Dice Elena dando media vuelta en dirección a la puerta.

-No, no, no, usted y yo no terminamos.

-¿ Ahora qué quiere? -Pregunta Elena con impaciencia.

-Quiero llevarte a Noruega, sos la más poderosa de todos .

-Yo no pienso ir a ningún lado y voy a poder escapar de ustedes .

-Lo dudo mucho, tenemos todos los aeropuertos del país cerrados y por lo tanto , todos los vuelos cancelados.

-Si me pude escapar de Noruega, voy a poder escapar también de Francia.

-Lo dudo mucho.

Elena corre , atraviesa las paredes y escucha un disparo por atrás y una ola de calor que le rosó la espalda.
Al darse vuelta ve que hay un agujero en la pared y al salir de la casa se da cuenta de que hay muchos policías rodeándola - parece que salieron en el momento justo- se dijo Elena a sí misma al ver que ni sus hermanos ni nadie más esta con ellos.

-¡Ahi está! - escucha Elena que gritan mientras la señalan con las armas. Elena corre y corre, atraviesa las paredes de los negocios para tratar de perderlos pero es inútil, Horacio la persigue y esta muy cerca de dispararle.
Cuando Elena llega al puerto escucha desde un barco blanco que gritan su nombre y ahi ve a Maidana. Ella corre hasta el barco en movimiento y salta tratando de caer en la cubierta del barco y no en el agua.

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