capítulo 42-fuertes olas

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La temperatura en el océano es súper baja , pero cuando el sol se esconde y la Luna sale, el frío empeora, se siente como si estuvieran a -30 C °, el movimiento de las olas hacía sacudir tanto el barco al igual que la turbulencia que sacudió al avión que los llevó a Francia.
Todos perdían el equilibrio pero podían mantenerse agarrándose de las barandas, excepto Elena, Maidana, Crivan, Yazmin y la Chona, quienes no podían agarrarse de nada.

-Chicos, recuestence en el piso, así no se lastiman - les dijo La Chona, los demás obedecieron y se recostaron lentamente en el piso del barco.
Una vez que estuvieron completamente recostados , el movimiento del barco los hacía deslizarse de un lado al otro, a veces haciendo que choquen contra las paredes.

-¡Aguanten un poco ,ya estamos cerca de Portugal! - gritó Agúsdia desde la cabina del barco.

¿¡Como que Portugal!? -dijo Elena.

-¡Vamos a parar en Portugal para comprar comida y después vamos a África! 

-¡Pero ¿cuánto vamos a tardar?! -

-¡Media hora para llegar y vamos a estar dos horas en Portugal!

30 MINUTOS DESPUÉS. 

El agua finalmente dejó de ser tan brusca, las fuertes olas pasaron a ser tan suaves que solo eran capaces de hundir un barco de papel. A unos metros de veía un puerto con un puente de madera de roble y con metal algo oxidado. 

-llegamos a Portugal- anunció Agúsdia.

Todos miraban la hermosa costa portuguesa de celestes y cristalinas aguas.
Mientras Elena veía la belleza desde el barco, Lizbeth le hizo una seña moviendo su cabeza señalando la parte de abajo del barco. Elena entendió que Liz quería hablar con ella y simplemente asintió con la cabeza. Las dos fueron a la parte de abajo del barco, Elena estaba muy segura de que Liz querría hecharse para atrás, como había hecho en anteriores oportunidades. 

- ¡ estoy emocionada! - dijo Liz super alegre. 

- ¿en serio? - dijo Elena sin poder creerlo -¿no estas asustada o nerviosa?

- No, es más, estoy muy contenta, siempre quise venir a Portugal . 

-¿si sabes que no estamos de vacaciones? - preguntó Elena confundida por el repentino cambio de actitud de su amiga. 

- obviamente, en otras circunstancias la experiencia sería mil veces mejor pero bueno, estamos en Portugal y eso ya es bastante para mi . 

- es bueno que entre tantas cosas malas finalmente podamos ver el lado positivo de las cosas. 

- tenes razón, bueno, vamos al puerto, veamos la belleza portuguesa. 

Elena y Lizbeth subieron, salieron del barco y caminaron un poco por la costa, todo era muy tranquilo y hermoso, pero la tranquilidad desapareció cuando Elena vio a un hombre con traje negro como el de los hombres del Gobierno. 

-¡volvamos al barco! - le gritó Elena a Liz.

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