Capitulo 54- entre la nieve

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-¡ come on!- le gritaba el señor alto con abrigo blanco a Agúsdia . 

-¡ no voy a entrar ahí !

El hombre impaciente no la espera más, dejó la cordialidad de lado, le hizo una señal con el dedo índice a sus compañeros y la agarraron a la fuerza.
Agúsdia forcejeaba, peleaba pero era inútil. Cuando se libraba de una mano otra la agarraba y así la fueron adentrando a la base de Mc Murdo. 

-¡hey ! - se escuchó un grito a lo lejos que hizo que los científicos frenaran y que Agúsdia dejara de pelear. 

Lo único que veían era el blanco horizonte hasta que entre la nieve lograron divisar a 15 hombres junto a varios pingüinos con ellos. 

- ¡mi pueblo! - gritó Agúsdia de felicidad. 

Los científicos la soltaron y corrieron adentro de su base.
Agúsdia les hizo un viejo saludo de su pueblo que consistía en hacer una especie de ola con su brazo derecho hasta arriba, en señal de agradecimiento y respeto.
Los hombres respondieron con el mismo gesto y se perdieron a lo lejos. 

Por otro lado, en el cálido desierto, ya eran cerca de las 10 de la mañana, el sol estaba muy fuerte y Eliana se debilita cada vez más. 

-hija ¿ cómo estas? 

- tengo demasiado calor, no quiero seguir. 

- tenemos que seguir, hija, tenemos que seguir caminando- Giula ya no sabe que decirle a su hija. Ella siente que sus piernas ya no le responden, que el cuerpo le está ardiendo, la boca seca y que va a desmayarse en cualquier momento. 

Al tiempo en el que Giula, Doriosa y Eliana caminan por el desierto, Elena, Teo, Dante, Alejandro y Maidana se encuentran en la ruta de camino al valle de la Luna.
Aunque sus sobrinos ya le habían dado las pruebas para justificar su loco viaje Ale todavía tenía muchas dudas. 

-chicos ¿ por qué tienen a sus papás? 

- porque con ellos nos amenazaban para entregarnos personalmente y aceptar los estudios. 

- ¿ qué ganan con estudiarlos a ustedes? 

- "la evolución humana"- le responde Teo haciendo unas comillas con sus dedos- piensan que con nosotros pueden descubrir la inmortalidad. 

- la gente está re loca hoy en día.
Y en ese barrio, el 2001 ¿vieron a alguna persona conocida? - preguntó Ale como esperando que le mencionaran a alguien en especial. 

- Si, a los abuelos ... y al tío Gustavo . 

- ¿en serio? ¿Lo vieron a él? - preguntó emocionado ya que la muerte de su hermano había sido hace algunos meses. 

- Si, él está bien - respondió Teo con una sonrisa. 

- me habías dicho que Elena es un fantasma ¿no? - Preguntó para cambiar de tema.

- si. 

- ¿ella está acá ahora? 

- si, esta justo donde tiraste tu mochila - dijo Dante riendo. 

- uy, perdón Elena, no te vi - respondió Ale sacándole la mochila de encima y dejándola a los pies de ella mientras todos los demás reían - me dijeron que ustedes no son la única familia en el mundo con este don ¿ dónde están los otros?

- En Italia, la Antártida, el Sáhara, Siria y Australia, cada cual en su continente. 

- ¿ cómo fue que Elena terminó así? 

- la habían metido al laboratorio y para escapar le dijo a los abuelos que estaban muertos . 

- bueno, ya vas a volver a estar como antes Elena , porque ya llegamos. 

Los hermanos y Maidana bajaron del auto y tuvieron un hermoso paisaje de enormes piedras que formaban mini montañas y una formación de varias piedras, una encima de la otra, en medio de todo. 

- gracias por traernos tío- le dicen Teo y Dante al mismo tiempo y lo abrazan . 

- no puedo dejarlos acá, no los quiero dejar. 

- Tío, vamos a estar bien. Además vos tenes que volver a pasar año nuevo con Paula, ella te va a estar esperando. 

- ok, me voy, cuídense chicos y avísenme cuando estén bien en su casa- Ale dio marcha atrás el auto y se fue dejando a sus sobrinos atrás. 

- chicos, busquemos donde pasar la noche, mañana vamos a hacer el ritual de la Antártida.

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