capítulo 53- fin del viaje

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En el desierto del Sáhara hace aproximadamente unos 48 °C ,por lo cual Eliana se sentía en el mismo infierno, ella ya no soportaba el calor, se sentía débil. Desde hace seis meses que no comía, bebía ni dormía nada después de decirle a su tía abuela que estaba muerta a través de una llamada que le había hecho Doriosa para que la conociera.
Giula siente mucho calor pero sigue adelante por Eliana, ella tiene que volver a su vida. 

- mamá, tengo mucho calor y siento que la arena me está quemando- dijo Eliana llorando.

- ya sé, mi amor, ya sé pero tenemos que seguir, aguanta un poquito más ¿si? 

Eliana le hace un gesto triste de que había entendido y que iba a seguir adelante.
Giula y Doriosa toman un mini sorbo de agua sin que Eliana las viera y siguen su caluroso camino. 

Del otro lado del Atlántico se encontraban Teo, Ale, Maidana, Dante y Elena arriba del auto ya a mitad de camino. 

Eran las 6 de la mañana Maidana solo miraba por la ventana, Ale seguía manejando , Teo y Dante estaban dormidos y tapados con sus propias camperas.
Los primeros rayos del sol empezaron a salir en la ciudad de Córdoba, los rayos le dieron directo en los ojos a Teo y lo despertaron.
Largó un largo bostezo y después miró por la ventana los paisajes montañosos. 

- ¿ dónde estamos?

- hola Teo, estamos en Córdoba- lo saludó su tío. 

- llegamos bastante rápido. 

Eso le pareció a Teo, sin embargo Elena y Maidana habían pasado por muchas horas mirando una calle completamente oscura , desolada y vacía. 

- ahora vamos a pasar por algún lugar así comemos algo. Yo acá les traje unas galletitas pero no se van a llenar con eso. 

- gracias tío. 

- guardale la mitad a tu hermano- le respondió guiñándole un ojo. 

Teo come las galletitas cuadradas que le dio su tío y mientras tanto saca el radio y le baja un poco el volumen para no despertar a Dante . 

- ¿y ese radio? - preguntó Alejandro con curiosidad. 

- usamos esto para comunicarnos con las otras familias cuando estamos en zonas sin señal de teléfono . 

- que inteligentes. 

- Giula ¿ cómo está Eliana? 

- está muy mal, Teo, tengo miedo de que no sobreviva. 

- ella no puede morir. 

-ahora pero ¿ qué va a pasar cuando deje de ser un fantasma? 

- ella va a estar bien. 

-eso espero. 

-¿las demás están bien? 

- si, en Roma no vimos a nadie del Gobierno así que estamos bien. 

- en Siria encontramos una casa con mucha plata así que también estamos bien. 

- yo también, estoy con Liam. 

- Agúsdia ¿ dónde estas? 

- estamos a punto de llegar a la Antártida, no nos queda mucho antes de llegar a la costa. 

-¿cuanto tiempo? 

- una hora como mucho. 

Agúsdia navegó sobre las frías aguas de la Antártida mientras su abuela miraba el blanco paisaje repleto de nieve, icebergs y glaciares que tanto recordaba.
Después de una hora, finalmente, anclaron el barco a la nieve.
Agúsdia sacó el radio y avisó a los demás. 

- llegamos a la Antártida, mañana ya vamos a estar en los valles secos. 

Al bajar del barco la nieve les llegaba hasta un poco más abajo de las rodillas, la Chona sentía mucho frío, como si estuviera a -80 °C o más pero eso no la frenó. El viento era bastante frío, lo que empeoraba la situación pero sin importar nada siguieron adelante.
Después de 3 horas y media de estar caminando en la nieve, Agúsdia y La Chona ya estaban muy cansadas y decidieron sentarse en una piedra que habían encontrado. 

-¡hey ¿who is there? !- Un hombre gritó al ver a Agúsdia y se acercó junto con 5 personas más.
Agúsdia no entendía qué pasaba o quienes eran. 

- señores , yo solo estoy de paso. Intento llegar a los Valles Secos. 

- ¡wait, stop! 

- no me van a dejar ir ¿ quienes son? 

- welcome to MC Murdo . 

- la base de MC Murdo, es un laboratorio. ¡No!

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