Capítulo 11

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Mencía

Después del entreno fuimos a saludar a Asensio y me presentaron a Lucas Vázquez y a su mujer Maca. Eran muy agradables y ahora íbamos de camino a un restaurante a cenar todos juntos.

La cena transcurrió bien. El ambiente era agradable y sacábamos tema de conversación de todo tipo. Me gusto mucho pasar tiempo con ellos.

Después de cenar decidimos irnos a tomar unas copas a casa de Lucas y Maca.

Cuando llegamos había un chaval más o menos de mi edad y dos niños que debían ser los hijos de Lucas. Si, efectivamente eran ellos, y por lo que me dijeron el chaval se llamaba Sergio y era el hermano de Lucas que había venido a cuidar de los niños mientras nos íbamos de cena.

Sergio me cayó muy bien. Era muy gracioso y estábamos todo el rato riéndonos con él.

-¿Os quedáis a dormir?-nos preguntó Lucas.

-Nosotros si-contesto Asensio al segundo.

-Yo no, no quiero molestar más-les dije.

-No molestas Mencía, quedate-me dijo Maca-. Asi acuestas a los niños.

Los niños me habían cogido un cariño increíble, y yo a ellos.

-Si, quédate porfa-me dijo Maquita.

Al final no pude resistirme a esa carita bonita y me quedé a dormir.

Ferrán

Después del entreno me fui a casa y Mencía me mandó un mensaje disculpándose de haberme dado plantón. Aunque la conversación fuera así me gustó que se hubiese acordado de mí.

En toda la tarde no salí de casa. Pedri me llamó unas cuantas veces para que saliera pero no me apetecía.

Estaba tirado en el sofá matando el tiempo cuando llamaron al timbre. Con toda la pereza del mundo me levanté y abrí la puerta. Era Pedri.

-Ya me estás contando que coño te pasa-me dijo sin saludar entrando en mi casa.

-Buenas noches eh y si, puedes pasar-le dije vacilandole.

-Deja de vacilar y me lo cuentas. Llevas sin hacer nada en todo el día. Con lo que eres tú...

-Mencía.

-¿Que pasa con Mencía?

-Ella es la que me tiene así.

-¿Y se puede sabe el porque? ¿No ibais a hablar?

-Si, íbamos a hablar hoy, pero se ha ido a Madrid.

-¿A Madrid? ¿Porque?

-Porque necesitaba despejarse o no sé qué, eso es lo que me ha dicho el mister.

-Joder que confianza tienes con el suegro, ¿no?-me dijo riéndose.

-No es mi suegro gilipollas-le dije ya enfadado.

-Pues pronto lo será.

-Solo si Mencía quiere hablar conmigo.

-Seguro que si, hazme caso.

Toda la tarde Pedri estuvo conmigo y me ayudó bastante. Por la noche no hice nada más y a las 22:00 estaba ya en la cama.

Mi móvil empezó a sonar a eso de las 23:30. ¿Quién coño me llama a estas horas? Si no me interesa no lo cojo.

Lo cogí al instante. Era una videollamada de la persona menos esperada. Mencía.

La llamada

-¡Hola!-me dijo nada más descolgar el teléfono.

Todo aquello que no pensamos ser [Ferrán Torres]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora