Capítulo 25

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Mencía

Estábamos en la ciudad deportiva viendo a los chicos entrenar. Marina, Gema, Aurora y yo habíamos venido a verlos.

-Ostia tía, ¿esa no es tu hermana?-me preguntó Gema.

-Ala es verdad-dijo Marina.

-Ha vuelto a Barcelona-las contestó Aurora.

-¿Y tu como sabes eso?-la preguntó Marina.

-Porque se ha quedado esta noche en mi casa-la contestó a lo que ellas asintieron-. ¿Tu has hablado con ella?-me preguntó a mi.

-Que va. Ayer Gavi llamó a mi padre y se lo dijo, por eso nos enteramos. Pero no, no hemos hablado.

-Joder, ¿y os vais a llevar bien?-me preguntó Gema.

-No lo sé. Lo intentaremos, somos hermanas...-la contesté mientras levantaba los hombros. Justo llegó Daniela.

-Hola chicas-nos saludó y nos dio dos besos a cada una. A mi me trató como si fuese una más de sus amigas.

Se sentó a nuestro lado. Marina vio que yo tenía mala cara y me acompañó al baño.

-¿Que te pasa tía?-me preguntó cuando cerramos la puerta.

-¿Has visto como me ha tratado? Cómo si fuese una más de sus amigas...-la respondí algo frustrada.

-Ya tía, pero sabes que no podemos hacer nada-me contestó y levantó los hombros.

Marina estuvo animandome un poco y volvimos a salir al campo. Los chicos ya habían acabado así que esperamos a que se cambiasen para irnos. Mi padre se me acercó.

-¿Que tal con Daniela?-me preguntó y me pasó un brazo por mis hombros.

-Me ha tratado como si fuese una más de sus amigas-le contesté y suspiré.

-No te preocupes Mencía, todo va a salir bien-me contestó y me dio un beso en la cabeza.

Salieron los chicos y nos fuimos cada uno a su casa.

-Mi niña, he quedado con los chicos, ¿te vienes?-me preguntó Ferrán cuando llegamos a la habitación.

-No me apetece-le dije y me tumbé en la cama.

-¿Que te pasa?-me preguntó mientras se tumbaba a mi lado.

-Nada.

-Te conozco Mencía. Venga cuéntamelo-me dijo mientras se sentaba en la cama y me cogía de las manos.

-Mi hermana-le empecé a decir-. Ha venido hoy y me ha tratado como si fuese una amiga más-acabe de contarselo y suspiré.

-¿No has probado en hablar con ella?

-¿Para que?

-Pues para que lo arregléis, cariño. Mira, si no quieres hablar con ella no te voy a obligar, pero yo creo que debes hacerlo.

-Tienes razón-le dije y me senté junto a él-. Te quiero-le abracé y me besó.

-¿Entonces te vienes?-me preguntó y me hizo un puchero.

-Venga vale-al final me convenció.

Me puse un bikini ya que íbamos a casa de Riqui y probablemente fuéramos a la piscina a pasar la tarde.

Me puse un bikini ya que íbamos a casa de Riqui y probablemente fuéramos a la piscina a pasar la tarde

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Todo aquello que no pensamos ser [Ferrán Torres]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora