Capítulo 31

1.8K 57 1
                                    

Ferrán

Acabó el entreno y no fui ni al vestuario a cambiarme. Cogí mis cosas y fui corriendo detrás de ella.

-¡Mencía!-la grité pero ella empezó a andar más rápido. Corrí detrás de ella y la agarré del brazo.

-¿Que quieres?-me preguntó demasiado borde. Joder, todo esto lo he provocado yo...

-¿Podemos hablar?-la pregunté y ella se quedó callada bastante tiempo. Después de tanto pensarlo al final asintió-. ¿Nos sentamos?

-Rapido Ferrán, no tengo todo el día.

-Lo siento por todo-la dije en cuanto nos sentamos. A ella se la empezó a caer una lágrima y yo poco iba a tardar en ponerme a llorar también.

-Es que no lo entiendo Ferrán-me dijo con la voz muy débil-. ¿Que he hecho mal?

-No has hecho nada mal, el que lo ha hecho mal he sido yo. Lo siento mucho de verdad. Sé que no vas a querer volver conmigo, y me lo merezco, pero por lo menos llevarnos bien por favor. No puedo estar sin ti, pero si tengo que aprender a convivir así lo haré. Y nada más Mencía, decir que te quiero mucho y que quiero que seas muy feliz. Que encuentres a alguien que te haga feliz ya que yo no he podido hacerlo-en este momento estábamos los dos llorando a mares. Ninguno sabía que hacer o decir. De repente ella me cogió de las mejillas y estampó sus labios contra los míos. Fue un beso corto, me quedé con las ganas de más, pero bueno, algo es algo-. ¿Todo arreglado?

-No puedo olvidarlo tan rápido.

-Te lo compensaré, lo prometo.

-Te lo tienes que ganar-me dijo medio en coña.

-Voy a hacer lo que sea por recuperarte-la dije y sonreímos los dos.

Mencía

Haber ido a ver a Ferrán no había estado tan mal. Claro que lo he pensado fatal por su culpa, pero todo el mundo merece segundas oportunidades, ¿no?

Acabábamos de llegar a casa después de una tremenda charla con mi padre que nos había visto besándonos.

Mi hermana nada más abrir la puerta estaba como loca preguntándome que qué había pasado. Se lo conté y gritó tanto que me dejó hasta sorda.

-Escuchame, sé que Ferrán lo ha hecho mal, pero es que sois tan monos juntos...-me dijo muy ilusionada. Estaba ella más feliz que yo.

-Ha dicho que va a hacer lo que sea por recuperarme-la dije y me salió una sonrisilla que solo me sale cuando pienso en él. Puto valenciano que me tiene loca.

Decidí ir a dar una vuelta después de comer. Había empezado a hacer calor y se estaba muy bien en la calle.

Iba por la puerta de un restaurante que solía estar bastante lleno siempre, ya que se comía de maravilla, y vi algo que me hizo darme la vuelta.

Ferrán con una chica. ¿Cómo he sido tan idiota de perdonarle? Me di la vuelta, iba a irme ya a casa pero él me vio. Me llamó y de mala gana me di la vuelta y me acerqué a ellos. No me hacía ninguna gracia.

-Hola-intente ser amable.

-Hola, ¿que tal?-me dijo la chavala y se levantó para darme dos besos. Ferrán hizo lo mismo.

-Mira Mencía, ella es Arantxa, mi hermana-me dijo Ferrán en cuanto se volvió a sentar en la silla. A si que era su hermana... Joder si es que soy una puta celosa de mierda.

-Encantada de conocerte Mencía. Ferrán me ha hablado mucho de ti-me dijo Arantxa. En verdad era muy buena chica.

-Igualmente-la contesté pero ahora con una sonrisa verdadera.

-Nos vamos ya, ¿a donde ibas?-me preguntó Ferrán en cuanto se levantó de su silla para irse.

-Iba a dar una vuelta, no tenía rumbo fijo-le contesté.

-Pues vente con nosotros a casa. Si quieres claro...-dije y yo asentí. No iba a estar tan mal pasar tiempo con él.

Llamé a mi padre para decirle que no volvería y me fui con ellos a casa de Ferrán.

Decidimos en ver una peli. Su hermana se fue a la cocina a hacer unas palomitas y Ferrán y yo nos sentamos en el sofá a elegir peli.

-¿Que quieres ver?-me preguntó.

-No sé, pon lo que quieras-le contesté.

Dejó el mando encima de la mesa y se echó para atrás a mi lado. Estuvo bastante tiempo mirándome.

-¿Que pasa?-le dije en cuanto aparté mi mirada del móvil y le miré a él.

-Me jode muchísimo que hayamos perdido la confianza.

-A mi también Ferrán, pero las cosas son como son-le dije y levanté los brazos.

-Si es que soy un imbécil, no sé cómo te has podido enamorar de mi.

-Porque eres increíble Ferrán, solo ha sido un error que tiene cualquiera-le dije mientras le cogía su cara con mis manos.

-Y por este puto error te estoy perdiendo-me dijo y vi como se estaba aguantando las lágrimas.

-No me estás perdiendo Ferrán, y no me vas a perder, ¿vale?-le dije y asintió.

Vino Arantxa con las palomitas y al final fue ella la que eligió que peli ver porque nosotros no nos decidíamos.

Con la tontería se nos hizo de noche y ya era hora de que volviésemos a casa. Ferrán se ofreció en llevarme y yo no pude negarme. Me daba mucho miedo ir sola por la calle en plena noche.

Llegamos a la puerta de mi casa y me desabroché el cinturón. Iba a salir pero Ferrán me cogió del brazo.

-Te quiero mucho, ¿vale?-me dijo y yo solo pude sonreír y asentir.

-Yo también te quiero-le contesté. Cogí su mano y le di un beso en ella. Salí del coche y nos despedimos con la mano.

No me dio tiempo ni a llamar al timbre cuando ya estaba la pesada de mi hermana preguntándome que qué había pasado. Si en verdad luego la iba a echar de menos...

Cenamos y cada uno se fue a su habitación. Estuve bastante tiempo mirando el móvil y cuando me entró el sueño lo dejé en la mesilla y me fui a dormir.

Me levanté y me morí de amor. Pero cómo podía ser tan bonito este chico...

Todo aquello que no pensamos ser [Ferrán Torres]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora