Capitulo 22

2.1K 62 2
                                    

Mencía

-¿Para que coño habéis venido?-las dije medio gritando.

-Mira Mencía, soy tu madre y tienes que hacer lo que yo te diga. Así que ahora te vas a cambiar de ropa y te vas a venir con nosotras-dijo mi madre.

Bajar por las escaleras de la casa de tu novio y encontrarte a tu madre y a tus hermanas a las que tanto odias no era muy buen despertar.

-Ella no se va a ir a ningún lado-Ferran me defendió.

-¿Y tu quien eres para estar diciendo si se viene o no?-le dijo Laia muy enfadada.

-Dejarle en paz e iros. ¿No os ha quedado claro que no quiero nada de vosotras?-las dije muy enfadada.

-Mencía eres insoportable. Vendremos a buscarte, tu tranquila que no te vas a librar tan rápido de nosotras-me amenazó mi madre y salieron de casa de Ferrán.

Yo no pude aguantar más y me derrumbe a llorar. Ferrán me vio y vino a abrazarme.

-Ya está mi niña, no llores-me dijo para intentar consolarme.

-Es que no entiendo porque han venido y se han puesto así-le dije como pude ya que de llorar no podía hablar bien.

-Ya se han ido, ya está todo bien.

-Pero han dicho que van a volver.

-Si vuelven ya voy a estar yo aquí preparado para que no te hagan nada.

-Ferran te quiero, no sé qué haría sin ti-le dije y nos besamos.

-Venga, vamos a vestirnos que tenemos que irnos al entreno.

-Vale, vamos.

Nos vestimos y fuimos al entreno. Llegamos de los primeros y solo estaban Eric, Pedri y Marina.

-¿Que tal parejitaa?-nos preguntó Pedri sonriendo.

-¿Bien?-le contesté algo extraña-. ¿Porque estás así?-le dije ahora riéndome.

-¿No ha pasado nada?-ahora fue Marina la que habló.

-No me entero-conteste.

-Tranquila, yo tampoco-Eric me dio la razón.

-Coño, ¿que si estáis juntos?-dijo Marina.

-Anda coño, ser directos-dije ahora riéndome.

-Si, estamos juntos-dijo Ferrán y me cogió de la mano.

-AAAAAA-Marina se puso a gritar.

-Tranquila-la dije riéndome.

-Que ilusion-dijo ella todavía saltando de la emoción.

-Venga, vamos a cambiarnos-dijo Pedri y se fueron todos al vestuario.

Mi niño ya venía cambiado de casa así que nos sentamos en los banquillos. Pasó su brazo por mis hombros y estuvo dándome besos en la cabeza.

La cara de mi padre cuando nos vio fue increíble. Se acercó a nosotros y me daba miedo lo que nos iba a decir.

-¿Vosotros dos que?-nos dijo sin decir buenos días ni nada.

-¿Que?-le pregunté riéndome

-¿Como que que?

-No pasa nada mister-ahora fue Ferrán el que habló.

-¿Mister o suegro?-dijo riéndose.

-Suegro-le contesté yo ahora riéndome.

-Cuanto me alegro chicos. Espero que seáis muy felices juntos. Y tu-señalo a Ferrán-, cuidamela eh.

Todo aquello que no pensamos ser [Ferrán Torres]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora