Capítulo 30

1.7K 59 2
                                    

Ferrán

-Tio, sal un rato, pareces un alma en pena-me dijo Pedri desde el otro lado del teléfono.

-No puedo tío, no tengo fuerzas-le dije medio llorando.

-Me han dicho que mañana vuelve, a lo mejor puedes hablar con ella y lo solucionais.

-No va a querer verme. Ya me dejó muy claro que lo nuestro había acabado, y no puedo hacer nada.

-No puedes hacer nada porque no quieres, porque puedes ir a por ella. La vas a perder por imbécil.

-No sé tío, ya veré cuando venga.

-Haz lo que quieras, pero no seas imbécil-me colgó.

Más imbécil de lo que he sido no puedo ser ya. Ya sabía yo que beber tanto iba a traer sus consecuencias malas.

Sonó mi timbre así que fui a abrir. !Mi hermana! ¿Que hacia aquí?

-Arantxa, ¿que haces aquí?-la pregunté en shock.

-Venia a ver a mi hermano favorito-me dijo y nos abrazamos.

Después de saludarnos la guíe hasta el salón. Me senté en el sofá y suspiré. Estaba muy mal.

-¿Que pasa Ferrán?-me preguntó mientras se sentaba a mi lado.

-Nada-la contesté.

-Algo te pasa, no estás bien Ferrán, te conozco-me dijo y yo volví a suspirar.

-Soy imbécil Arantxa-la dije y mis lágrimas volvieron a salir.

-¿Que ha pasado?-me preguntó mientras me secaba las lágrimas con sus dedos pulgares.

-He perdido a la persona que amo, al amor de mi vida, a la madre de mis hijos por idiota-ahora si que estaba llorando pero bien.

-¿Porque?

-Me besé con otra estando con ella.

-¿Porque has hecho eso Ferrán?

-Estaba borrachisimo, me había bebido demasiadas copas, no sabía lo que hacía. Y los putos periodistas han sido los que lo han dicho por hay-estaba llorando a más no poder y mi hermana me abrazó.

-Te voy a ayudar. Se nota que estás arrepentido.

-Estoy muy arrepentido Arantxa. La quiero mucho y sé que siempre la voy a querer.

-Pues te voy a ayudar.

-Ibamos a ir a veros cuando jugase contra el Levante, pero ya no-la comenté.

-Seguro que volvéis-me dijo y me tranquilicé un poco.

Mi hermana era un apoyo enorme para mi. Siempre habiamos estado el uno para el otro ayudándonos en lo que necesitábamos.

Mencía

Acababa de llegar a Barcelona. Fui directamente a mi casa y me encerré en mi cuarto. Mi padre y mis hermanas debieron enterarse de todo lo que había pasado por no me dijeron nada.

Si, mis hermanas, porque Daniela se había vuelto a vivir con nosotros. Laia se iría dentro de poco a vivir con su novio y con su tripa de embarazada.

Tocaron a mi puerta y no tenía ni fuerzas para levantarme a abrir, así que pegué un grito de que estaba abierto.

-Mencía...-dijo Laia en cuanto entró en mi habitación y me vio llorando. No pude aguantarme y me puse a llorar mucho más. Se sentó conmigo en la cama y me abrazó.

-No sé que he hecho mal Laia-la dije llorando muchísimo.

-No has hecho nada mal, el que lo ha hecho mal ha sido él-me dijo.

-No entiendo porque lo ha hecho, nos queríamos mucho y la relación iba super bien.

-¿Vas a hablar con él?-esa pregunta no la sabía responder ni yo.

-No lo sé, creo que me merezco una explicación, ¿no?

-Si, claro que sí. Te dejó pensando a ver qué vas a hacer, ¿vale? Si necesitas algo me lo dices-me dio un beso en la cabeza y se fue.

Mañana tendrían entreno e iría a verlos. A ver como se comporta Ferrán.

...

Era por la mañana y bajé a la cocina. Sólo estaba mi padre. Nada más verme vino a abrazarme.

-Buenos días mi niña, ¿que tal has dormido?-me preguntó y me dio un beso en la mejilla.

-Buenos días, bueno, mejor...-le contesté.

-Que pronto te has levantado, ¿no?

-Me voy a ir contigo al entreno, a ver cómo reacciona Ferrán.

-Vale cariño. Si en algún momento necesitas irte llama a Laia o a alguna para que vayan a buscarte, ¿vale?

Ya llegó el momento de irnos al entreno. Entramos en la ciudad deportiva y había un montón de periodistas en la puerta.

-Mencía, ¿que ha pasado con Ferrán y contigo?

-¿Es verdad que Ferrán te ha sido infiel?

-Mencía, ¿por lo de Ferrán bien?

Buuf estaba hartita de periodistas y de todo. Mi padre vio que me estaba agobiando y aceleró más el coche.

Entramos y ya llegábamos algo tarde. Tardo en prepararme la vida entera. Yo me fui directa al banquillo, no quería irme a las gradas.

Estaba Ansu que había ido a verlos entrenar. Cuando me vio se levantó y vino a darme un abrazo.

-¿Que tal pequeña?-me preguntó cuando nos separamos del abrazo.

-Bueno, más o menos-le contesté y fingí una sonrisa. No me sirvió para nada porque él me miró con cara de pena.

-Escuchame, Ferrán es tonto, no sabe lo que se ha perdido. No quiero que estés mal por él, ¿vale?-me dijo y me volvió a abrazar. Yo asentí.

En ese momento le miré, le miré y él me miró a mi. Cuando me vio agachó la cabeza y a mi me entraron unas ganas increíbles de llorar.

Ferrán

Me distraje un poco y ahí la vi. La vi tan guapa, más que siempre. En ese momento me di cuenta de lo idiota que soy. La he perdido... La he perdido y sé que no va a querer saber nada más de mi.

Entrené fatal. Todo el rato pensando en ella o mirándola. Varias veces habíamos intercambiado miradas y los dos estábamos fatal. Se nos notaba.

Al final del entreno el mister nos llamó y fuimos al banquillo que es donde estaba.

Todos fueron a saludarla y yo ni la miré. No podía mirarla, me ponía fatal.

Pedri me vio, vino a mi y me dio un abrazo. Necesitaba ese apoyo de mi amigo, lo necesitaba más que nunca.

Mencía me miró varias veces con cara apenada. No puedo dejarla ir, cuando acabe el entreno voy a hablar con ella.

Todo aquello que no pensamos ser [Ferrán Torres]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora